El magistrado del Tribunal Supremo, Vicente Magro, apostó ayer por introducir en los colegios una asignatura de tolerancia cero contra la violencia de género. El alicantino calificó de «muy preocupante» la forma de actuar del maltratador psicológico que no agrede físicamente a su pareja pero considera que la mujer es de su «propiedad». Por ello, incidió en que las mujeres no deben admitir que son víctimas y les instó a denunciar y a solicitar ayuda. «El agresor, el maltratador, el dominante que no agrede físicamente lo que quiere hacer es decir 'yo mando aquí, eres de mi propiedad, yo mando en este escenario y tienes que aceptar lo que yo digo'», relató el magistrado. Por ello, antes de participar en el XVII Congreso sobre Violencia Contra la Mujer organizado por la Diputación y que finaliza hoy, Magro pidió a la sociedad que «esté alerta ante este tipo de situaciones».

Para el magistrado, la violencia psicológica y la coerción sexual «a veces no es perceptible por los sentidos» porque «no se ejerce con mucha maldad». «La violencia física es algo que ves, duele; pero en la violencia emocional, el autor está intentando dominarte y a veces no lo percibes, por eso a veces, la víctima no reacciona», explicó el juez alicantino, que detalló que desde el Supremo se está dictando una doctrina «bastante reiterada sobre el tema de la intimidación y la violencia psicológica», y reclamó que se denuncie para determinar «los rasgos de percepción de esa violencia». Cuestionado sobre si hay suficiente legislación para abordar estas cuestiones, Vicente Magro consideró que la solución pasaría porque las próximas Cortes Generales aprueben «las 200 medidas del Pacto de Estado» contra la violencia de género.

Micromachismos

Por su parte, el presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón, destacó ayer la importancia del encuentro para «reflexionar, debatir, cuestionar y aportar soluciones que permitan mejorar los servicios, los recursos y la intervención con víctimas de violencia de género». Además, apeló «a la responsabilidad de la juventud como herramienta de prevención y lucha contra los micromachismos». Para Mazón, «a veces, sin ser conscientes de ello, un pequeño comentario o una reflexión pueden ser determinantes e incluso herir la autoestima de una mujer, por lo que, más que nunca, debemos ser extremadamente cautelosos y prudentes».

Por su lado, el alcalde de Alicante, Luis Barcala, sostuvo que la violencia de género atenta contra la familia, a la que consideró «núcleo fundamental de la sociedad». Barcala reclamó que las administraciones trabajen juntas «con mucha más actividad» ya que cree que existe «un desequilibrio importante entre las medidas preventivas y las paliativas; puede parecer más fácil reparar que intentar que no ocurra nada», según señaló ayer. Por eso, exigió incentivar «al máximo» las medidas de prevención y señaló que existe una «crisis de valores tan grande» que se está «disparando» la violencia de género entre los jóvenes. «No los estamos educando bien; desde el colegio tenemos que participar activamente en políticas que enseñen desde pequeños que todos somos absolutamente iguales», añadió Barcala.