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La defensa cuestiona la labor de la Policía y alerta del riesgo de cometer un error judicial

El abogado del procesado asegura que este caso «no es una prueba de indicios, sino una aberración jurídica» e insiste en la falta de pruebas

Miguel López, ayer abandonando los juzgados. rafa arjones

El abogado de Miguel López, yerno y único acusado de la muerte a tiros de la viuda del expresidente de la CAM Vicente Sala, cuestionó ayer la investigación policial y alertó del riesgo de que se cometa un error judicial. En un solvente alegato de dos horas y media, el letrado Javier Sánchez-Vera trató de introducir el elemento de la duda entre los miembros del jurado, insistiendo en la falta de pruebas directas que incriminen a López en el asesinato de su suegra, María del Carmen Martínez. «Esto no es una prueba de indicios sino una aberración jurídica», subrayó. Por este motivo, justificó que López se haya acogido a su derecho a no declarar. «Las acusaciones quieren que lo haga para hacerle un lío», insistiendo en que desde el principio han «tergiversado» sus manifestaciones» y «magnificado cuestiones irrelevantes».

El letrado puso en cuestión la actuación de la Policía, asegurando que «desde el tercer día» ya estaban dirigidos hacia Miguel López por los abogados del hijo de la víctima. Desde la defensa se sostiene que la noche del asesinato María del Carmen se quedó en el coche mirando mensajes y fue tiroteada hacia las 18.55 (media hora más tarde de lo que dicen las acusaciones) y cuando Miguel López ya no estaba en Novocar, el negocio que éste regentaba y donde ocurrió el crimen. Para ello ha presentado en el proceso dos informes periciales, uno sobre la autopsia y otro del móvil de la fallecida para intentar establecer esa hora como el momento de los disparos y que han sido cuestionados por las acusaciones. Ayer, el letrado reiteró que la víctima fue tiroteada mientras estaba con el teléfono y que fue la Policía quien lo metió en el bolso tras recogerlo del suelo y consultar cuáles fueron las últimas comunicaciones.

Insiste en el robo

Sánchez-Vera insistió en que la tesis de que Mari Carmen hubiera sufrido un intento de robo, tesis descartada por los investigadores al comprobar que a la fallecida no le faltaba nada, «es algo que no se investigó pero nunca se cerró» y mantuvo que la Policía «nunca hizo nada» para profundizar en esa vía. En esta línea aseguró que la investigación ni siquiera inspeccionó un callejón en Novocar y una moto que se encontraba allí.

Otro punto cojo de las pesquisas para la defensa es el ADN en una de las vainas recogidas de la escena del crimen. Sánchez-Vera deslizó que el asesinato se cometió con munición manipulada y que ese material genético podría corresponder al verdadero autor, pero lo único que ha determinado la investigación es que no es del acusado. «La última persona que estuvo con Mari Carmen fue el asesino, no Miguel López», recalcó.

La defensa cuestionó que, como sostienen las acusaciones, el sospechoso hubiera preparado el escenario para cometer el crimen, aparcando el Porsche Cayenne de la víctima dentro del lavadero, el punto más oscuro de las instalaciones. «El vehículo nunca salió de ahí y no tienen la prueba de que Miguel lo metiera», aseguró. También incidió en que sostener que, nada más pegar dos tiros en la cabeza a su suegra, López se paseara por Novocar para hablar con otros trabajadores con la pistola escondida, «es algo que no se cree nadie».

Sobre el móvil económico del crimen que esgrimen las acusaciones, Sánchez-Vera reiteró que López no participaba en los negocios de su mujer y que era ajeno al conflicto. «Era un problema más de abogados que de los hermanos», señaló, negando que la amenaza de que su suegra cerrara Novocar hubiera estado sobre la mesa.

«Hay indicios de quita y pon. Porque al principio se decía que Miguel era una persona violenta y ahora de esto ya se han olvidado», sostuvo, defiendiendo que López tenía una buena relación con su suegra. El letrado insistió en que los «errores judiciales» se producen cuando «se prescinde las pruebas científicas y se sustituye por el olfato policial del siglo XIX». En este línea, recordó que todas las pruebas científicas han sido negativas para el sospechoso lo que, a su juicio, debería servir para exculparle. «Pero esto no importa», se lamentó.

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