En los 15 años que lleva abierto al público el Museo de Hogueras de Alicante apenas se han realizado mejoras en unas instalaciones que reciben más de 50.000 visitantes al año. Los fondos artísticos presentan un importante deterioro, sobre todo los cerca de 25 ninots indultats que se almacenan en el sótano, donde la mayoría están en mal estado. También hay varios en la exposición que presentan fracturas por el roce del público, que los toca al no tener ningún tipo de protección, e incluso se han producido robos de miniaturas de los ninots infantiles.

El Ayuntamiento quiere modernizar el Museo de Hogueras incluyendo las nuevas tecnologías con un proyecto que se desarrollará a lo largo de dos años y que empezará con la urgente restauración de las figuras más deterioradas, para lo que se destinará una inversión de 15.000 euros en los próximos tres meses. La Concejalía de Fiestas contactará con los autores de los ninots para que los rehabiliten y si ya no están vivos se encargará la tarea al Gremio de Artistas.

Una vez restaurados, se adoptarán medidas que garanticen la seguridad de la muestra, como en cualquier museo, con cintas, protecciones de metacrilato y urnas cerradas en el caso de los ninots infantiles y las maquetas para evitar que, como ahora, se arrojen objetos a su interior.

«El público no puede acercarse a estas obras, tocarlas y estropearlas. Hay personas que se sientan en los ninots», señala el edil de Fiestas, Manuel Jiménez, quien sostiene que el museo se inauguró en 2003 pensando en los alicantinos, «pero se ha convertido en punto de referencia turística». La mayoría de visitantes son ingleses, alemanes, franceses, rusos y brasileños que llegan en los cruceros, de ahí que en la línea de abrir más las instalaciones se vayan a editar folletos en alemán, francés y ruso.

El Museo de Hogueras cuenta con una exposición permanente de 34 ninots adultos, la mayoría indultados por el público; 18 infantiles y 14 maquetas. Pese a que hay muchas más obras guardadas en los sótanos y a que cada año son indultados dos ninots, Jiménez considera que estas instalaciones son las mejores por su ubicación y que hay suficiente espacio si éste se reparte de forma adecuada. Los fondos se irán rotando, excepto los correspondientes a la etapa fundacional (1928), para enriquecer la muestra y que no siempre estén las mismas escenas.

Con esta remodelación, se pretende que las instalaciones museísticas puedan optar a la distinción que otorga el Instituto de Calidad Turística de España, dependiente del Ministerio de Turismo. Se trata de la «Q» de calidad, que en la Comunidad Valenciana solo tienen el MARQ de Alicante y el Museo Visigodo Pla de Nadal en Ribarroja. «Hay que hacerlo no solo porque queremos este reconocimiento sino porque desde que el museo se inauguró, en 2003, hasta ahora, apenas se ha hecho una pequeña remodelación de la sala de proyecciones y de la rotulación, y ya tocaba», añade el responsable de Fiestas. Actualmente el Museo cuenta con la calificación de calidad Sicted de la Generalitat.

Además de la restauración de los fondos, se aplicarán las nuevas tecnologías con el diseño de una web exclusiva del Museo de Hogueras y el desarrollo de una aplicación en varias fases para incentivar las visitas guiadas. La app facilitará las visitas virtuales gracias a un sistema de realidad aumentada desde el móvil con la explicación de los ninots que se implantará en 2020, según adelantó el jefe del departamento de Fiestas, Juan Andrés Medrano. El museo tendrá wifi abierto para facilitar a los visitantes acceder a la aplicación.

Se potenciarán las proyecciones de los personajes de la Fiesta, monumentos y el proceso de construcción de las hogueras; se actualizarán las fotografías de las Belleas del Foc, presidentes de la Gestora y Federación y primeros premios, que están muy desactualizadas; y se incorporará una zona sobre el colectivo de barracas y una sección de indumentaria. «Es un escaparate perfecto para dar a conocer las Hogueras, ahí reside la importancia de esta iniciativa, que se verá ampliada con la implantación de las nuevas tecnologías museísticas», destaca Jiménez.