El Colectivo de Comerciantes por Alicante pretende que se recupere la regularización de los periodos de rebajas, ajustándose a nuevas fechas por la incidencia del cambio climático (aumento de los meses de calor en la ciudad), y que además se reduzca la apertura en festivos, revisándose así un acuerdo que en breve cumplirá dos años vigente. Éstas fueron algunas de las peticiones que la entidad hizo llegar ayer al conseller de Economía, Rafael Climent (Compromís), en una reunión que tuvo lugar en Alicante, a la que también asistió el portavoz de Compromís en el Ayuntamiento, Natxo Bellido.
Los comerciantes alicantinos buscaron ayer el apoyo de la Generalitat en su objetivo de que se vuelva a regularizar el periodo de rebajas, que hasta hace unos siete años se limitaba a dos épocas al año: desde el 7 de enero, en invierno; y desde el 1 de julio, en verano. Una decisión que corresponde al Gobierno central. «Actualmente, las rebajas no están reguladas. Hemos expuesto que veríamos con buenos ojos que se volvieran a regularizar. Entendemos que acotando su duración aumenta y mejora el impacto positivo en el consumidor», señaló ayer Vanessa Cárdenas, presidenta de la asociación que aglutina a pequeños comercios de Alicante, quien subrayó que los nuevos periodos, además, se deberían de ajustar a los efectos del cambio climático. Es decir, cambiar las fechas para que, por ejemplo en invierno, las rebajas no arranquen al poco de empezar los días de frío. «Hemos pedido al Consell que nos defienda en nuestro objetivo de que se acoten las rebajas», apuntó la representante comercial. Esta decisión es competencia del Ejecutivo central, que en 2012 decidió desregularizar las rebajas en España.
Desde la Conselleria de Economía, dirigida por Climent, no dudaron en abrirse a escuchar al pequeño comercio, aunque subrayando que es una cuestión que afecta a todo el sector: «No es una competencia nuestra, pero no lo vemos mal, aunque todo eso depende la voluntad del sector y sobre todo del ministerio. En la reunión se ha hablado de concretar un periodo de rebajas acotado y acorde también con el cambio climático, pues el verano se alarga más».
Por otro lado, también estuvo sobre la mesa el acuerdo de apertura de los comercios en festivos, que a finales de diciembre cumplirá dos años. Los representantes del pequeño comercio alicantino pidieron al conseller de Economía que, una vez se cumplan los dos años, tal y como se comprometió en su momento, se haga una valoración del acuerdo que alcanzó el sector. «Queremos que se analice con datos objetivos, que se vea si de verdad ha creado empleo como se dijo. Seguimos pensando que el actual acuerdo incluye la apertura de demasiados festivos», señaló la presidenta del Colectivo de Comerciantes por Alicante, en una postura en la que también chocan con lo que defienden las grandes superficies, así como reflejó el propio conseller, quien defendió el acuerdo firmado hace casi dos años. «Creo que estamos en un momento de pacificación en el sector, no parece que haya demasiadas discrepancias, aunque entendemos que el comercio de proximidad querría que no se abriese ningún festivo en todo el año y, en cambio, las grandes superficies querrían que se abriesen todos», señaló ayer el conseller Climent. El acuerdo, que afecta al comercio y que a finales de diciembre cumple dos años, permite al sector abrir todos los días desde el 15 de junio y hasta el domingo de después de Reyes.
Por otro lado, en la reunión que mantuvieron ayer los comerciantes alicantinos con el conseller de Economía también se abordó la próxima publicación del Patsecova (Plan de Acción Territorial Sectorial del Comercio de la Comunidad Valenciana) y su «extrapolación» a cualquier implantación de centros comerciales en la ciudad de Alicante, dando que este plan fijará el techo comercial en los 125.000 metros cuadrados de SBA (Superficie Bruta Alquilable). Los comerciantes alicantinos consideran «excesiva» la superficie, mientras que Climent defendió que la cifra surge de estudios técnicos y de consumo. «Es un documento importante después de ocho años en el cajón sin modelo ni planificación del comercio», señaló el conseller, quien insistió en que, en caso de una futura llegada de Ikea a la ciudad, será la ciudad de Alicante la que deberá pactar la superficie del centro comercial. «Son cuestiones locales que se tienen que adoptar en el Ayuntamiento», añadió Climent.
