El dueño de un desguace que declaró hasta en tres ocasiones en Comisaría por el asesinato de María del Carmen Martínez ha achacado a cuestiones comerciales las 232 llamadas que tuvo con el acusado Miguel López los dos meses anteriores al asesinato. Jesús Tavira aseguró que en los meses anteriores tuvo "más de dos mil llamadas" porque habitualmente compraba coches de ocasión en Novocar para su negocio. Si después dejó de llamar fue porque cesó la actividad de Novocar.

El testigo fue salpicado por la investigación porque en su día se encontraba en las inmediaciones de Novocar y porque con sus declaraciones puso en un primer momento a la Policía sobre la pista de dos ciudadanos magrebíes que estaban esa tarde en el negocio pero de los cuales se descartó luego su implicación. Tavira ha señalado que conocía a uno de ellos porque ya había tenido problemas por haber intentado robar en su propio establecimiento.

En la sesión de esta mañana han declarado trabajadores de la familia Sala que han constatado las malas relaciones entre la víctima y sus tres hijas.