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La UA desarrollará el centro de envejecimiento con 300 investigadores en un año

El próximo Consejo de Gobierno de la institución aprobará su instalación en el edificio estrella del parque científico

Ana Laguna, impulsora del centro de envejecimiento de la UA, expone el proyecto públicamente. héctor fuentes

Trescientos investigadores pertenecientes a más de una veintena de grupos de investigación de la Universidad de Alicante van a coordinar sus trabajos con la creación de un nuevo centro universitario de envejecimiento, «Mayores Salud», con el objetivo de convertirse en referente nacional de la ciencia dirigida hacia un envejecimiento saludable.

El Rectorado alicantino, de la mano de la profesora Ana Laguna que lidera el proyecto, prevé presentar esta iniciativa para su aprobación ante el próximo Consejo de Gobierno y, posteriormente, enviarlo oficialmente a la Generalitat, de la que necesitará el respaldo para constituir el primer centro mixto de la UA con el CSIC, (Consejo Superior de Investigaciones Científicas).

Manuel Palomar declaró a este diario que está previsto culminar la coordinación de los investigadores con la creación de este centro de envejecimiento en el plazo de un año, en que podrá ubicarse en el edificio considerado buque insignia del parque científico de la UA, el nuevo centro de empresas diseñado por Vázquez Consuegra en terrenos de la ampliación del campus.

La consellera de Innovación, Carolina Pascual, invitada ayer al acto de presentación oficial del proyecto ante responsables políticos, del sector empresarial y de la sanidad, declaró su apoyo a una iniciativa que aúna la potente investigación de la UA con el talento docente de sus distintos departamentos, y concretó que si recibe una petición concreta por parte de la Universidad la estudiará como el resto de proyectos.

Recorrido

Tanto Palomar como Ana Laguna subrayaron en sus intervenciones que no se parte de cero, porque múltiples investigaciones están ya en marcha, y que lo que se propicia con este nuevo centro es su coordinación para multiplicar los beneficios dirigidos hacia la población de mayores de 65 años, que suman uno de cada cuatro y que según la proyección del Instituto Nacional de Estadística (INE) serán uno de cada tres el año 2066.

«Se ha empezado a jubilar la primera promoción que ha utilizado internet y las nuevas tecnologías en su trabajo. Hay que acabar con los estereotipos que discriminan a los mayores poniendo en marcha un envejecimiento óptimo e inteligente», apunta Laguna.

Entre los ejes sobre los que pivotará este nuevo centro figura el refuerzo de la investigación básica y aplicada para la salud visual, en contacto directo con los jefes de servicio de los hospitales y empresas que ya han mostrado interés en colaborar. El trabajo de laboratorio en la Universidad se centrará en este sentido en las necesidades reales detectadas en los pacientes mayores.

El catedrático Nicolás Cuenca detalla que la relación de nuestra vida cotidiana con internet puede quedar condicionada por las dificultades progresivas de una buena visión por causa de la edad, y que conllevan problemas de salud por enfermedades degenerativas como el alzheimer, parkinson, degeneración macular, glaucoma o retinopatías diabéticas que contribuyen a la pérdida de visión.

Cuenca avanza que la tecnología CRISP descubierta por Francis Mojica, que en su opinión acabará ganando el Nobel «porque revoluciona la biomedicina, la agricultura, la ganadería y la oftalmología también», está dando resultados en ensayos con ratones para corregir fallos génicos, mimetizando enfermedades en animales. Los resultados se trasladarán a la sociedad a través del nuevo centro para mejorar la calidad de vida y prevenir enfermedades.

Salud

El director de la Escuela Superior Politécnica, Andrés Montoyo, y el decano de la Facultad de Ciencias de la Salud, José Antonio Hurtado, suman a su vez la investigación en nuevas tecnologías dirigida a la domótica, -que propicie la autonomía de las personas mayores y su cuidado tanto en el hogar como en grandes espacios-; así como la promoción de estilos de vida saludables. Hurtado reclama la colaboración institucional porque los datos de la OMS apuntan a que el gasto en salud es menor después de los 75 años, y que solo aumenta los dos últimos años de vida, independientemente de la edad que se tenga», concluye.

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