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Alicante forma médicos en África

Neurocirujanos del Hospital General de Alicante, en colaboración con la UMH, han desarrollado un modelo de simulación para entrenar a especialistas

Los responsables del proyecto, con el modelo de simulación en 3D que han desarrollado para el entrenamiento de médicos en África. áxel álvarez

Puede ser una manera sencilla y económica de salvar la vida de muchas personas. Neurocirujanos del Hospital General de Alicante, en colaboración con la Universidad Miguel Hernández, han creado un modelo de simulación para entrenar a médicos de África en el tratamiento, mediante las técnicas de endoscopia, de la hidrocefalia en niños, una enfermedad muy prevalente en países poco desarrollados del continente debido a la falta de ácido fólico. Si no se trata a tiempo, la mortalidad alcanza el 95%.

El modelo diseñado en Alicante es muy sencillo, perfecto para trasladarlo en avión y entrenar cuantas veces se requiera. Según detalla Eduardo Fernández, director del grupo de Neuroingeniería Biomédica de la UMH, el simulador consta de una cabeza, impresa con tecnología 3D. En su interior se reproducen las membranas que los neurocirujanos se encuentran cuando operan de hidrocefalia, solo que en este caso se han hecho con rollos de papel film, para romperlas y volverlas a crear cuantas veces sea necesario. «El papel film ofrece una resistencia similar a la que el neurocirujano encuentra cuando opera con endoscopios», apunta Fernández. El molde de la cabeza ya tiene los agujeros de entrada del endoscopio hechos, y se cubre con un gorro de nadar para facilitar el entrenamiento del médico. Toda la simulación es guiada a través de un ordenador usando casos reales de resonancias de pacientes. Pese a su aparente sencillez, el modelo reproduce en el interior de la cabeza detalles anatómicos muy reales.

La hidrocefalia es consecuencia de una acumulación de líquido en el cerebro. Normalmente, se corrige implantando una válvula, a través de una sencilla intervención para evacuar ese exceso de líquido. «El problema es que la tasa de infecciones, que en España es del 7%, en estos países es muy elevada, cercana al 50%, que obliga a retirar la válvula de manera urgente porque la vida del paciente corre peligro», señala Pablo González, neurocirujano del Hospital General de Alicante. Por este motivo se ha tenido que recurrir a una técnica más compleja, pero que conlleva menos complicaciones posteriores. «En lugar de eliminar el líquido a través de un tubo, se hace un orificio a través de las paredes del sistema ventricular para eliminarlo». Esta técnica es más compleja y requiere de un entrenamiento específico.

«Lo más complicado es que en estas operaciones hay un asistente que lleva una cámara y tú te tienes que guiar por lo que ves en una pantalla». Tampoco hay mucho margen de equivocación, ya que un error puede causar graves daños en el paciente.

El modelo de simulación está siendo utilizado para el entrenamiento de especialistas en Tanzania, donde trabaja la ONG de Alzira NED enviando varias veces año equipos quirúrgicos para operar los casos más graves de esta enfermedad. En el Hospital General de Alicante hay dos equipos que viajan dos veces al año. «Además de operar vimos la necesidad de formar a gente, porque a lo mejor estamos sin ir 3 o 4 meses, y es demasiado tiempo si surgen complicaciones», explica Pablo González.

En estos momentos, la UMH y los especialistas del Hospital General de Alicante están trabajando en perfeccionar este modelo de simulación, «por ejemplo para equiparlo con sensores que recojan todo tipo de datos y que guíen mejor al neurocirujano», señala Eduardo Fernández, quien también dirige el Ciber-BBN, Centro de Investigación Biomédica en Red en Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina. El continente africano tiene 26 neurocirujanos para 300 millones de habitantes, por lo que enfermedades que en España tienen un sencillo abordaje, allí causan una elevada mortalidad.

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