El abandono de las instalaciones que albergaron el cine Ideal, en la avenida de la Constitución, trae de cabeza a los vecinos del entorno, que están hartos de sufrir picaduras de mosquitos, además de sufrir la presencia en la zona de ratas, cucarachas, gatos y palomas. Ante la situación que se prolongaba en el tiempo sin solución, un grupo de residentes registraron escritos en el Ayuntamiento a finales del pasado mes de mayo, en los que hacían saber la situación que estaban viviendo por la dejadez en la conservación del antiguo cine Ideal. «El edificio lleva años cerrado y en él habitan animales considerados como fauna urbana, tales como palomas, ratas, cucarachas, mosquitos y gatos, que por su excesivo número, el entorno insalubre en el que se mueven y los problemas de los que son afectados comunidades vecinas requieren la adopción de medidas sanitarias como si de una plaga se tratara», señala uno de los escritos, en el que se apunta especialmente hacia los mosquitos: «Es el que más llega a molestar a la comunidad de vecinos, pues incluso teniendo mosquiteras en las viviendas se termina colando en las casas y las picaduras son realmente molestas y en muchos casos dolorosas, sobre todo para los niños y personas alérgicas».
Estos escritos, en torno a una veintena firmados por diferentes afectados residentes en el entorno del antiguo cine Ideal, fueron registrados en el Ayuntamiento de Alicante a finales del pasado mes de mayo, coincidiendo con el final del mandato. Entre ellas, se encuentran firmas de madres preocupadas por los efectos de las picaduras en sus hijos, que en ocasiones no llegan al año de edad.
En los escritos enviados al Ayuntamiento, además, pedían que se «examinara» el entorno y se «procediera a fumigar los alrededores, incluyendo alcantarillas colindantes y el propio inmueble».
Respuesta
En el gobierno local, según el concejal de Limpieza, Manuel Villar (PP), no tenían constancia del registro de los escritos, aunque asegura que requerirán a los propietarios a que acrediten los trabajos antiplagas realizados. «Si no los han hecho, les requeriremos que los hagan», añadió el edil. Desde Sanidad, área dirigida por Julia Llopis (PP), apuntaron que hace un mes y medio retiraron gatos y se actuó sobre puertas de accesos.
Hace apenas diez días se conoció el acuerdo entre el empresario murciano Trinitario Casanova, dueño del Grupo Baraka, y la familia propietaria del edificio para la compra del inmueble y convertirlo en un hotel de cien habitaciones con una inversión de entre 8 y 10 millones de euros. Sin embargo, la venta final está condicionada a que la constructora reciba la licencia de obra para la transformación del inmueble en un hotel.
