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El impuesto de vehículos trae cola

Contribuyentes critican al Ayuntamiento por tener que ir en persona a dar de alta el tributo, aunque creen que debería ser un trámite automático

Contribuyentes en las oficinas municipales situadas en el edificio anexo al Palacio Consistorial. rafa arjones

La oficina de recaudación de impuestos del Ayuntamiento de Alicante está registrando una gran afluencia de contribuyentes con incidencias relacionadas con el impuesto de circulación, que no llega al domicilio de los conductores que han matriculado un coche o han realizado una transferencia de titularidad en el último año. Estos contribuyentes se ven obligados a acudir a las oficinas de recaudación de la calle Jorge Juan, situadas junto al Palacio Consistorial alicantino, a dar de alta el impuesto para evitar un embargo en cuenta con recargo.

Esto es lo que lleva sucediendo dos años a Pedro Robles. Según explica este ciudadano, ha tenido incidencias tanto con el impuesto de 2018 como con el de 2019. El primer problema lo tuvo con un coche que no se compró en Alicante, sino en otra provincia después de empadronarse en el ayuntamiento alicantino. Meses después le llegó un embargo a la cuenta por el importe del impuesto de circulación con un recargo. «Tuve que ir dos mañanas a la calle Jorge Juan y las colas por incidencias con el impuesto eran inmensas. Fui con mi resguardo de empadronamiento de Alicante y no me fueron ninguna razón, alegaron problemas informáticos. Ya habían embargado así que perdí toda una mañana de trabajo». Asegura que en la gestoría que hizo el trámite le dijeron que todo estaba al corriente.

El año pasado se compró un coche nuevo y al no recibir el resguardo de pago por correo decidió buscarlo para evitar nuevos recargos. «Llamé a la Concejalía de Hacienda y me desviaron al teléfono 010 de atención al ciudadano, donde miraron y me dijeron que el vehículo nuevo no constaba. Tuve que ir a la calle Jorge Juan y la funcionaria me reconoció que le está pasando a mucha gente, y que hay que ir al Ayuntamiento a darlo de alta porque de lo contrario no se genera el impuesto», explica el contribuyente, que fue a informarse a la Dirección General de Tráfico, donde afirma que le dijeron que cuando dan de alta la documentación de un vehículo particular expiden una nota al Ayuntamiento para que emita el impuesto. «Me sorprende el funcionamiento del Ayuntamiento de Alicante, que obliga a la gente a ir a dar de alta el impuesto directamente. Parece que no se comunican con la DGT. La excusa del fallo informático no me vale», prosigue el ciudadano, uno de los afectados por los problemas con el recibo.

Cuando Pedro Robles fue a dar de alta el impuesto en el ayuntamiento alicantino, el viernes de la pasada semana, la funcionaria le dijo «que es una omisión, un error, y que no se puede saber a cuántos contribuyentes afecta». Según su versión, «han reconocido que Tráfico les envía información de las matriculaciones». También le choca que le dijeran que cuando un contribuyente se da de alta en el padrón los impuestos se envían al domicilio de notificación pero que cualquier dirección antigua se queda ahí coleando y se remiten a esa en lugar de a la más actual. «No hay un cruce de información correcto entre oficinas municipales y de ahí el atasco. En la oficina de recaudación le echan la culpa a la de empadronamiento. No cruzan datos y echan manos de datos antiguos. La comunicación entre oficinas municipales es pésima», añade el ciudadano afectado por el problema.

De Alicante a la DGT

Desde la Dirección General de Tráfico explicaron que cuando se matricula un vehículo nuevo o se produce una transferencia de un titular a otro se comunica por defecto directamente a los ayuntamientos. Aparte de este tipo de incidencia, en la oficina de recaudación se dan cita cada día numerosos grupos de contribuyentes con otros problemas con el impuesto de vehículos. Sobre todo que no llega al domicilio o personas a las que les pasan el impuesto de coches que ya no tienen, con recargo. «El coche no es mío desde febrero de 2018 pero me pasan ahora el impuesto pese a que hay un contrato de compraventa y a que se supone que lo dieron de baja a mi nombre», explica.

Desde el Ayuntamiento de Alicante, por su parte, sostienen que la Concejalía de Hacienda, ahora dirigida por la popular Lidia López, «se incorporan las bajas, altas y transferencias que llegan cada mes desde Tráfico». La información de los contribuyentes, puntualizan, se envía en un «documento encriptado», por lo que según defienden «no hay posibilidad de manipular los datos». Es decir, derivan la responsabilidad hacia Tráfico. Además, subrayan que el contribuyente es quien debe estar pendiente de si recibe el recibo de pago. «Tiene la obligación de pagar el impuesto, le llegue o no el impuesto a su domicilio», añaden desde la concejalía, que a su vez niega cualquier problema de índole informático.

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