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Los radares de la provincia multan cada día a 254 conductores por exceso de velocidad

El número de sanciones por circular más rápido de lo permitido aumenta un 12% entre enero y agosto en relación al mismo periodo de 2018

Entrada al túnel de Sant Joan, donde está el radar que multa a más conductores. ÁXEL ÁLVAREZ

Cada día son multados por exceso de velocidad una media de 254 conductores en la provincia, y la cifra además va en aumento en relación a años anteriores. Según datos facilitados a este periódico por la Jefatura Provincial de Tráfico de Alicante, entre enero y agosto de este año se han interpuesto 61.701 sanciones por exceso de velocidad, dos tercios de ellas en los radares fijos y el resto a través de controles móviles. Eso significa que, a lo largo de esos ocho meses, prácticamente se ha denunciado a un infractor cada cinco minutos y medio.

La actividad sancionadora se ha incrementado un 12% en relación al mismo periodo de 2018, según cifras también aportadas por la Jefatura Provincial de Tráfico. Así, entre enero y agosto del año pasado se interpusieron 55.177 denuncias por circular más rápido de lo debido. El aumento se debe en buena medida al funcionamiento que han tenido los radares fijos, en los que se ha pasado de 34.690 a 41.934 denuncias. De media, cada día han sido multados 173 conductores por circular a una velocidad excesiva por alguno de estos puntos.

No obstante, también se ha multado más que el año pasado desde un radar móvil con parada del vehículo, es decir, que el conductor es sancionado en el mismo punto en que comete la infracción a pocos metros; en ese caso se ha pasado de 11.120 a 12.006 multas. Por el contrario, ha descendido el número de ocasiones en las que un conductor pasa a más velocidad de la permitida ante un radar móvil y no es sancionado al momento, sino que le llega la notificación a casa a los pocos días. En este caso se ha pasado de 9.367 a 7.761 sanciones en los primeros ocho meses del año.

Podría pensarse que en este incremento de la actividad sancionadora ha tenido algo que ver el descenso del límite de velocidad máxima en las carreteras convencionales de 100 a 90 kilómetros por hora, en vigor desde el pasado mes de enero. Sin embargo, la propia Jefatura Provincial de Tráfico lo desmiente, al recordar que una gran mayoría de multas por esta infracción corresponden a radares fijos instalados en autovías. «No parece desprenderse una correlación» entre una cosa y otra, señalan fuentes del citado organismo. De hecho, este periódico ya publicó en su momento que la reducción de la velocidad máxima en carreteras convencionales tenía en la provincia un valor casi meramente simbólico, puesto que eran muy pocos los tramos sin un límite de velocidad específico y en los que se podía circular a 100 kilómetros por hora.

En este sentido, los datos sobre sanciones en radares fijos en los seis primeros meses de este año que dio a conocer el pasado viernes Automovilistas Europeos Asociados (AEA) apuntan en la misma dirección. En la provincia están dos de los 25 «radares más multones» a los que hace referencia la citada asociación, y ambos en autovías. Uno de ellos, el de la entrada del túnel de Sant Joan en la A-70 en sentido València, concentró una cuarta parte de todas las multas provocadas por pasar más rápido de lo permitido ante un radar fijo en las carreteras alicantinas, con 10.407 conductores sancionados, una media de 57 cada día. Este punto, limitado a una velocidad de 80 kilómetros por hora, ocupa el puesto 19 en la lista de radares con más sanciones elaborada por AEA. Además, el número de multas se ha incrementado en un 22% en un año, ya que entre enero y junio de 2018 la cifra de multas fue de 8.518.

El otro de los radares de la provincia que está entre los 25 que más sancionan de toda España está también en la A-70 en el área metropolitana de Alicante, cerca del enlace con la A-31 en sentido hacia la capital. Los conductores multados en este punto fueron 9.926, es decir, una media de 55 cada día, cifra que sitúa este radar en el puesto 23 del «ranking» elaborado por AEA. A diferencia de lo que ocurre en la entrada al túnel de Sant Joan, aquí no hay un límite de velocidad específico, sino que se puede circular al máximo genérico de 120 kilómetros por hora. Por ello, es evidente que los sancionados iban demasiado rápido y que no se puede achacar la abultada cifra de multas a la existencia de ningún límite demasiado restrictivo sino simplemente a la imprudencia al volante.

Nueve puntos de control fijos en las autovías y otros 16 en la N-332

Nueve de los radares fijos instalados en la provincia se encuentran en autovías, algunos de ellos en puntos con mucho tráfico, lo que en parte explica también que sea allí donde más multas por exceso de velocidad se generan. En la A-70 hay uno en cada entrada y salida del túnel de Sant Joan, y dos más en la misma vía circulando desde Elche hacia Alicante; además, hay dos en la A-7, en Elche y San Vicente del Raspeig, y otro en la A-31 en Villena. No obstante, la vía con más puntos de control de velocidad es la N-332, donde casi la práctica totalidad de los 160 kilómetros de la provincia que recorre esa carretera están vigilados. Un tramo de especial seguimiento de la velocidad de los conductores es el que discurre por la Marina Baixa, con tres radares en las proximidades de La Vila Joiosa y otros dos en la variante de Benidorm.

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