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Alicante

Un robot dispensa la medicación personalizada a 70 residentes de un geriátrico en Alicante

Una farmacia alicantina suministra con ayuda de la máquina las dosis de las medicinas que deben tomar al día los internos

Una enfermera recoge los medicamentos para dispensarlos a los residentes a la hora de la comida. héctor fuentes

Un robot es el encargado de suministrar su medicación a los residentes de un geriátrico de Alicante. La máquina está instalada en una farmacia de la ciudad y ayuda a organizar los fármacos que deben tomar los residentes cada día.

«Para nosotros es un avance porque evitamos tener a una persona dedicada tres horas todas las mañanas a preparar la medicación de nuestros residentes y eso es tiempo que se puede dedicar a su atención», explica Claudio Lloret, director de la residencia Doña Rosa.

Así, el personal dispone en un carrito de varias cajas individualizadas con el nombre y un código de cada residente. Dentro de cada caja van enrolladas una bolsitas de plástico transparente con la pastilla o pastillas que debe ingerir el interno en cada momento del día. Cuando llega el momento de la toma esta bolsita se corta y se dispensa al interno su medicación.

Para Lloret, «con este sistema se minimizan los posibles errores de medicación y se controla mejor el proceso».

Se trata de la automatización de algo que ya existe en farmacia, el Sistema Individualizado de Dosificación (SID). Según diversas fuentes consultadas este sistema se emplea en determinados casos, sobre todo cuando se trata de personas mayores o pacientes polimedicados. Cuando se realiza de forma manual es el farmacéutico el que une en un mismo blíster las pastillas que tiene que consumir el enfermo en cada toma para evitar descuidos y asegurar que toma toda la medicación que necesita cuando la necesita.

Diversos farmacéuticos consultados afirman que para poder poner en práctica este sistema es necesaria la autorización expresa de los pacientes. En el caso del geriátrico que ha dado un paso más dentro de este sistema individualizado un total de 68 de los 70 internos han dado su consentimiento.

La robótica cada vez se implanta más y con mayor eficacia dentro del área de la salud. Y las farmacias no quieren quedarse atrás. Aunque en el Colegio de Farmacéuticos no tienen contabilizadas cuántas farmacias de la provincia han incorporado un robot, lo cierto es que a los profesionales ya no les sorprende su uso ni mucho menos. Al contrario, cada vez se van sumando más boticas al fenómeno de la robótica. Eso sí, según las fuentes consultadas dado el precio de estos robots, son farmacias con bastante movimiento y un buen volumen de facturación las que se modernizan en este sentido. Y también algunas con limitaciones de espacio que organizan mejor su stock con la ayuda de un robot.

La farmacia que trabaja con la residencia de ancianos ha preferido no desvelar su novedoso sistema, pero ya hay varios establecimientos con brazos robóticos en la rebotica.

La primera en Alicante fue la de Ángela Orts, en la avenida de Maisonnave que implantó el sistema en 2011. Y más recientemente otra en Pilar de la Horadada también dispone de uno. «Para nosotros es muy útil. Ya tenemos 14.000 cajas de medicamentos controlados por el robot y gracias a ello evitamos desplazarnos a buscar los fármacos que nos piden en el mostrador», indica Rafael Espuch. «De esta forma no te mueves de tu puesto y tienes más tiempo para atender al usuario de la farmacia y hacerlo de forma más personalizada», añade. Es el robot el que registra la petición, localiza el medicamento y con un brazo robótico lo coloca en un dispensador que le llega directamente al farmacéutico o al auxiliar para que lo despache.

Además, gracias al robot se sigue al milímetro la trazabilidad de los medicamentos y controla la fecha de caducidad también, de manera que es capaz de seleccionar los productos teniendo en cuenta estos parámetros.

Además, lejos del miedo a la pérdida de puestos de trabajo por la robotización, Espuch indica que en su caso desde que tiene el robot ha contratado a una persona más para atender al público.

Realidad virtual y tablets para la tercera edad

La residencia de ancianos Doña Rosa es una de las que más apuesta por la incorporación de las nuevas tecnologías para la mejora de la calidad de vida de la tercera edad. A la dispensación robótica de medicamentos se suma el proyecto del robot desarrollado por la Universidad de Alicante para animar a los residentes a realizar ejercicio. «Pepper» hizo allí sus prácticas asistenciales, lo que sirvió a los investigadores universitarios a pulir y mejorar sus habilidades en la interacción con los residentes.

Además, la residencia también ha adquirido ya siete gafas de realidad virtual que permiten a los internos desde visitar Venecia hasta dar un paseo por la playa y les ayuda a recordar además de fomentar las experiencias compartidas. Asimismo en breve utilizarán tablets con realidad aumentada que usarán cuando hagan puzzles.

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