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Los fármacos biológicos libran hasta al 50% de los pacientes con artritis de brotes

Los reumatólogos trabajan con nueve medicamentos diferentes, cuya indicación debe estar aprobada por comités de los hospitales

Farmacia hospitalaria del Hospital General de Alicante, donde se distribuyen los medicamentos biológicos. álex domínguez

Los medicamentos biológicos han supuesto un antes y un después en el tratamiento de la artritis reumatoide, una enfermedad autoinmune y altamente incapacitante, que provoca inflamación de las articulaciones y un intenso dolor en quien la padece.

Los reumatólogos utilizan actualmente hasta nueve medicamentos biológicos para poder controlar los brotes de esta enfermedad. Aunque los resultados varían, según el fármaco y el perfil del paciente, la reumatóloga del Hospital General de Alicante, Vega Jovaní, señala que «con algunos de ellos se han conseguido tasas de remisión del 50%». Es decir, que la mitad de los pacientes tratados con estos fármacos queden libres de brotes de la enfermedad y así ir espaciando la medicación. Antes de la aparición de los biológicos, «solo se alcanzaba en un tercio de los casos». Los fármacos biológicos son caros -un tratamiento puede alcanzar los 8.000 euros al año-, por lo que su prescripción está muy controlada a través de comités en los hospitales. También hay que seleccionar muy bien a los enfermos, para minimizar los posibles efectos secundarios, ya que se trata de medicación inmunosupresora. «Primero tratamos de controlar la enfermedad con medicación clásica y si no funciona se recurre a los tratamientos biológicos». Los primeros medicamentos biológicos aparecieron en 1999 y han ido evolucionando, «hasta el punto de que uno de ellos permite además que las mujeres se puedan quedar embarazadas».

Jovaní recuerda que la artritis reumatoide no tiene cura y que para minimizar el impacto que ocasiona, «es esencial que se diagnostique cuanto antes, que a la mínima sospecha los médicos de familia nos remitan al paciente».

El Hospital General de Alicante acogió ayer una campaña de sensibilización de la asociación «ConArtritis», que acaba de inaugurar delegación en la provincia. Una ocasión para que los pacientes reivindiquen una mayor visibilidad para este problema, «ya que en muchas ocasiones confunden nuestra enfermedad con la artrosis, que no tiene nada que ver», lamenta Alexandra Díaz, responsable de la asociación en Alicante. Aunque reconocen que la llegada de los fármacos biológicos les ha cambiado la vida, los pacientes piden más recursos «para poder hacer frente a una enfermedad que vas a tener de por vida y que a diario te castiga con dolores». Entre estos recursos, explica Díaz, «es esencial la terapia psicológica para poder encajar el impacto que tiene esta enfermedad crónica». También es necesaria la fisioterapia, «para paliar los problemas de movilidad que nos genera», además de terapia ocupacional y podología. Tratamientos que generalmente no ofrece la Seguridad Social, «a no ser que te pelees mucho», lo que hace que los pacientes tengan que costearlos de sus bolsillos. El gasto al mes supera los 150 euros.

Alexandra Díaz recuerda el impacto que en su caso dejó el diagnóstico de la enfermedad, a las pocas semanas se haber parido a su hija. «Me sentía como en un pozo oscuro. Estaba sola, con mi hija recién nacida y con una enfermedad que me va a acompañar para siempre y que me va a mermar diez años de esperanza de vida».

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