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La «ratonera» del PAU 1

Un barrio con 9.000 residentes y varios colegios tiene una única salida a la Gran Vía, con atascos agravados por unas obras bajo el Puente Rojo

Las obras bajo el Puente Rojo obligan a los vecinos del PAU 1 a tomar la Gran Vía. En la imagen, atascos ayer por la mañana. rafa arjones

Salir del PAU 1 en dirección al centro de Alicante y al resto de la ciudad se ha convertido en una pesadilla para los más de 9.000 residentes de una nueva barriada en la que hay varios colegios y donde se forman a diario atascos en hora punta para acceder a la Gran Vía. Unos embotellamientos, hasta de medio kilómetro, agravados con las obras de canalización que se realizan bajo el Puente Rojo, que han inutilizado el atajo que los vecinos solían utilizar como alternativa a la salida natural, la rotonda de Salesianos, saturada desde el inicio del curso escolar por los padres de alumnos que estacionan sus vehículos taponando carriles en la avenida Blasco Ibáñez.

Las obras bajo el Puente Rojo permiten desde ayer salir a los vecinos en dirección al paso a nivel de Ausó y Monzó pero siguen sin poder entrar al PAU 1 por la avenida Médico Ricardo Ferré ni dar la vuelta para tomar la Gran Vía evitando la temida rotonda de Salesianos. «Nos quedaba el desvío del Puente Rojo, pero desde que está en obras se junta la gente que viene por la Gran Vía con la salida del barrio en hora punta. A veces hay colas de más de media hora para recorrer apenas 500 metros», explica Fran Sampere, presidente de la asociación de vecinos del PAU 1-Juan Pablo II.

«Encajonados»

Los residentes en el PAU 1 se sienten encajonados entre la Gran Vía y las vías del tren. Muchos se compraron allí su casa porque les vendieron que estarían al lado del Parque Central, que como pronto empezará a construirse en 2024. La solución con la que sueñan es la prolongación de la Vía Parque Sur, con dos carriles por sentido.

«Técnicamente, desde Ciudad de Asís hasta el PAU 1 será otro cuello de botella si se hace con solo un carril por sentido, como pretenden. Tenemos en el barrio 5.000 viviendas y en los últimos cinco años el cambio ha sido grande, las calles están llenas porque vive más gente, y hay cuatro o cinco promociones más alrededor de la plaza Juan Pablo II que estarán terminadas en dos años. Esto implicará más vehículos y una mayor necesidad de servicios».

El problema, según los vecinos, está en el origen, en los planes de actuación urbanística de los PAUs 1 y 2, que los diseñaron aislados entre sí y el primero de ellos encajonado entre las vías del tren y el colegio de Salesianos «sin solución de continuidad porque para acceder al PAU 2 hay que salir a la Gran Vía y hacer un cambio de sentido». Una situación que se agravará cuando se construya el nuevo ambulatorio.

Las asociaciones de vecinos de los dos PAUs cuentan en sus reivindicaciones con el apoyo de las de San Gabriel, Gran Vía Sur-Puerto, La Florida y Ciudad de Asís. Los seis colectivos han unido sus fuerzas para pedir al Ayuntamiento y a la Generalitat explicaciones por el parón de las obras de la Vía Parque Sur y para reclamar que se desbloquee con dos carriles por sentido en todo su recorrido.

«Llevamos reclamando más de 20 años este medio proyecto que la Generalitat tiene parado desde hace 12 años. Medio proyecto porque solo piensan ejecutar un carril de ida y otro de vuelta, lo que causará tapones de tráfico de forma continua», reza en el último escrito registrado, en el que reclaman cuatro carriles al menos hasta la avenida Ricardo Ferré para conectar con la Gran Vía y descongestionar el PAU 1. También piden que se redacte el proyecto técnico hasta Rabasa, para lo que es necesario acordar las expropiaciones de terreno que sean necesarias.

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