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La falta de tratamiento aéreo en Elche agrava la plaga de mosquitos en Urbanova

La empresa encargada de fumigar afirma que el riesgo sanitario en la zona de Agua Amarga está controlado pese a que arrecian las quejas por picaduras

Los trabajadores de hostelería de Urbanova usan los repelentes más potentes contra los mosquitos. pilar cortés

El Ayuntamiento de Elche está a la espera de que la Conselleria de Sanidad conteste a la petición que cursó la semana pasada para poder realizar tratamientos aéreos en los humedales de su término municipal. La proximidad a Urbanova de las lagunas del Clot de Galvany, llenas de mosquitos y donde todavía no se ha podido actuar, interfiere en los tratamientos que Alicante está realizando en Agua Amarga y por extensión afecta a la zona poblada de Urbanova, hasta donde llegan insectos adultos.

Trece municipios celebraron una cumbre la semana pasada precisamente en Elche, en la que se comprometieron a fumigar el mismo día y a la misma hora para que los tratamientos sean efectivos. Sin embargo, el ayuntamiento ilicitano aún no ha recibido la autorización del departamento de Salud Pública de la Generalitat Valenciana para actuar desde el aire, en lo que debutará el municipio, que prefiere la acción terrestre contra las larvas al considerar que es más efectiva que lanzar productos desde el cielo al tratarse de charcas con mucha vegetación, donde puede perderse el herbicida.

Por tierra

Según la edil de Sanidad de Elche, Mariola Galiana, se están realizando tratamientos desde tierra tres veces al día mientras llega el permiso de la fumigación aérea. Hasta ahora nunca habían rociado productos desde el aire contra una plaga de insectos, «porque nunca ha habido una catástrofe tan devastadora», señaló en referencia a la gota fría, que ha multiplicado por diez los espacios con agua, humedales y lagunas, y con ello los mosquitos, tanto de las marismas como tigre y común.

El Ayuntamiento de Alicante ha fumigado el saladar de Agua Amarga desde el aire con más de 15.000 litros de un insecticida biológico al tener aprobado por la Conselleria de Sanidad un plan anual que evalúa que se cumplen condiciones como inaccesibilidad a toda la extensión por métodos terrestres, superficie mayor a media hectárea y ausencia de casas en 50 metros desde los focos objeto de control.

Una vez que se dispone de ese plan, que se prorroga de año en año a petición del municipio, se solicita la autorización para fumigar y se recibe en menos de 72 horas. Al no tener Elche hecho este plan, el permiso tardará más. El Ayuntamiento espera recibir el visto bueno la próxima semana.

Ante la inquietud en Urbanova, la empresa de control de plagas Lokímica quiere tranquilizar a la población asegurando que las nubes de insectos que invaden de noche techos y ventanas son quironómidos, una especie de díptero que «no pica» como el mosquito. «Los tratamientos en el área para matar a los mosquitos adultos no afectan a los quironómidos, que son gusanos que viven en el fango de las aguas estancadas y que, una vez que eclosionan, viven poco, cuatro días. Son el principal alimento de las aves insectívoras», explica Noé García, gerente de la empresa que realiza las fumigaciones.

Según García, las nubes de quironómidos aparecen cuando se produce un pico alto de temperatura. «Si fueran mosquitos hematófagos, tendríamos los centros de salud desbordados», abundó. Afirma además que si el tratamiento aéreo se hubiera hecho con un producto no selectivo, habría matado los quironómidos pero también las libélulas y otras especies, «y las consecuencias serían peores porque afectarían al equilibrio ecológico» de la zona.

Esto no consuela a los restauradores, que levantan mesas y sillas en cuanto anochece por las nubes de insectos, ni a los vecinos que optan por no encender la luz en casa para no atraer a los mosquitos. Entre ellos, Martina Fervenza dijo haber tirado a la basura ayer un recogedor lleno tras rociarlos con insecticida mientras una camarera del restaurante La Tartana ha tenido que ir tres veces al hospital por la reacción alérgica a las picaduras. Por ello se impregna de un repelente que se utiliza en visitas a países exóticos. En los supermercados ha crecido exponencialmente la demanda de insecticidas, y de cremas y velas con citronela.

Los vecinos piden que se vacíen las lagunas del Saladar

Cada vez más voces reclaman en Urbanova que se vacíen las lagunas de Agua Amarga para acabar con el problema de los mosquitos fumigando directamente el fango. Es una petición a pie de calle que ya baraja la asociación de vecinos. Su portavoz, Carlos de Juan, considera que es la mejor solución porque el mosquito prolifera en agua dulce «y nunca ha habido tanta como ahora porque son lagunas de agua salada». El saladar se ha llenado tras 17 años de sequía.

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