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El Consell confirma que en esta legislatura exhumará todas las fosas comunes de la provincia

La consellera de Participación, Rosa Pérez Garijo, pide ayuda a ayuntamientos y a la Diputación para localizar a los familiares y desenterrar las 77 tumbas ubicadas en Alicante y cuyo número aún podría crecer

Una de las tumbas en el Cementerio Municipal de Alicante que guarda una fosa común dentro del camposanto. Álex Domínguez

«Se trata de una obligación que tenía la Generalitat para avanzar en nuestra democracia». Así explica la consellera de Participación, Transparencia y Cooperación, Rosa Pérez Garijo, de Unidas Podemos, la decisión que ha tomado el Consell de exhumar alrededor de 500 tumbas en toda la Comunidad Valenciana, de las que 77 confirmadas se encuentran en la provincia de Alicante, «lo más rápido posible». El Botànic había reforzado durante las últimas semanas su intención de desenterrar a las víctimas del final de la Guerra Civil y de los primeros años del franquismo de las tres provincias bajo el objetivo de «conseguir que la Comunidad sea un territorio sin fosas comunes». Por esa razón «desde la administración trabajaremos para que las familias recuperen todos los restos de las víctimas de estos periodos históricos».

Tal escenario se confirma, por cierto, días después de que el Tribunal Supremo haya ratificado que los restos de Franco salgan del Valle de los Caídos y recalen en el cementerio de El Pardo, en contra de las pretensiones de la familia del dictador y dando así luz verde a los planes del gobierno de Pedro Sánchez. Una cuestión que también ha contribuido a situarla memoria histórica en el centro del debate público una vez más.

Sobre el anuncio de la Generalitat, la misma consellera, en declaraciones a este diario, afirmó que este proyecto de desenterramiento se tendría que haber hecho antes: «Debemos tener en cuenta que se han realizado muy pocas exhumaciones en los más de 40 años desde la muerte del dictador, y esta medida permitirá a las familias acceder a los restos de sus seres queridos tras mucho tiempo», explica Pérez Garijo. La diputada resalta, además, que el apoyo de asociaciones y afectados ha sido fundamental para llegar a esta situación. «Tenemos que pensar que mucha gente se ha visto obligada a pedir apoyo externo para localizar los restos de sus seres queridos, como fue el caso de Ascensión Mendienta, y con estas actuaciones podremos responder a la demanda de miles de familias».

Lotes adjudicados

Desde la Generalitat indican que la exhumación de las tumbas es un ejemplo de «progresión democrática», por lo que buscarán la forma de culminar todas las tareas «a la mayor brevedad posible, según vayamos pudiendo trabajar al respecto». Aún así, el Consell se marca el plazo de que el plan se haga a lo largo de este mandato, que finaliza en 2023, porque no quieren hacer esperar más a los allegados de los fallecidos. Sostiene la consellera que ya han adjudicado los tres lotes para abrir los yacimientos en Castellón, Valencia y Alicante y se encuentran a la espera de «ponerse a trabajar sobre los plazos que marquen desde la administración».

Sobre las tumbas en la provincia alicantina, el Consell tiene constancia de la existencia de unas 77 fosas y cerca de 500 víctimas, como ya publicase INFORMACIÓN en febrero de 2018. Pero la administración autonómica no descarta que esa cifra pueda aumentar por los trabajos de actualización del Gobierno valenciano. Es por ello que Pérez Garijo manda una petición de colaboración a todos los ayuntamientos y a las tres diputaciones para que así se «agilicen» todos los trámites y pueda resultar «menos costoso» localizar a más víctimas y sus familiares. «En necesario que los partidos políticos y los gobiernos de los municipios se involucren para hacer posible esta idea que impulsamos, porque es importante también pensar a nivel local y conseguir así un ejercicio más completo de justicia y reparación».

En términos generales, la mayoría de fallecidos de la provincia de Alicante se encuentran enterrados en el Cementerio Municipal de la capital donde se centralizó la inhumación de una parte importante de los represaliados, con casi 400 víctimas repartidas principalmente en dos cuadrantes del camposanto de la capital, tal y como confirma el historiador Miguel Ors, quien realizó un informe encargado por la Conselleria de Justicia y elaborado por la Asociación Científica ArqueoAntro.

El estudio establece que la comarca de l'Alacantí cuenta con 44 fosas entre Alicante y Xixona. Aunque si las investigaciones avanzan, es posible que haya más localizaciones. Además, el documento recuerda las «probables fosas» relacionadas con el Campo de los Almendros que hasta la fecha no han sido encontradas. Sobre la presencia de fosas en Alicante, Ors recuerda que la mayoría de muertes se produjeron entre 1939 y 1945, cuando al finalizar la guerra civil el bando triunfador actuó sin miramientos en la represión sobre el bando republicano.

Respecto al resto de la provincia, resalta el historiador que también hubo casos dignos de recordar como el asesinato de una menor de edad en el municipio de Dolores a manos de las tropas nacionales por hallarse en posesión de un panfleto; o el primer fusilamiento registrado en el territorio alicantino, la muerte de un catedrático en 1939 sin un juicio previo. Celebra que el Consell anuncie que va a trabajar para exhumar todas las tumbas aunque espera que cuente con los medios oportunos para conseguir tal objetivo.

Por su parte, la consellera recuerda que las primeras exhumaciones fueron impulsadas desde la Diputación de Valencia. «En aquel momento se llegó a la cifra de 750 víctimas, solamente desde la capital», dice, por lo que reclama que el resto de órganos se unan para hacer un trabajo de «justicia histórica», aunque resulte «insuficiente» para aquellos que perdieron a algún familiar durante la guerra civil o en la dictadura de Francisco Franco. «No se puede pedir a los afectados que olviden lo que pasó y tampoco se puede reparar el daño a aquellas personas que perdieron a alguien, pero está legitimados a recuperar los restos y que descansen donde los familiares consideren».

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