«Tenemos grupos de investigación de referencia, la adhesión de empresas, hospitales y clínicas, así como un edificio que ya se está construyendo en el Parque Científico. No podemos esperar. Alicante debe tener un posicionamiento estratégico en envejecimiento». El rector de la Universidad de Alicante (UA), Manuel Palomar, justifica así el proyecto Mayores Salud que llevan meses desarrollando en la línea del Centro de Investigación del Envejecimiento anunciado por el presidente del Consell, Ximo Puig, apoyado también por el Gobierno. El proyecto de la UA podría integrarse en éste en un futuro. Pero de momento, la UA va a solicitar el apoyo del ejecutivo autonómico para convertir en realidad Mayores Salud.
El ambicioso plan conformado por la institución académica se sustenta en tres ejes fundamentales: Crear un Centro mixto de Investigación en Visión y Envejecimiento con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), desarrollar un ecosistema tecnológico aprovechando las líneas ya abiertas de aplicaciones asistenciales y la investigación en Inteligencia Artificial y robótica. Y la «tercera pata» serían las aulas de la salud que ya funcionan en las sedes universitarias en las que se ofrece conferencias y asesoramiento a las personas mayores en enevejecimiento activo y saludable.
«Llevamos 20 años de estudio del envejecimiento y se trata de poner en valor todo lo que ya tenemos, además de potenciar la innovación. Desde que el presidente Puig habló del futuro Centro de Investigación del Envejecimiento empezamos a trabajar para presentar un proyecto serio y sólido. No hay nada excluyente, al contrario, se trata de sumar», explica la coordinadora de Mayores Salud, Ana Laguna.
En esta puesta en valor la UA ha reunido a 28 grupos de investigación que ya trabajan en distintas líneas relacionadas con el envejecimiento. Desde enfermería, salud pública y psicología, hasta informática para la salud, domótica, robótica e inteligencia artificial.
Pero es en el área de visión donde la UA cuenta con un potencial mayor, con nueve grupos de excelencia. De ahí la idea de crear un centro de investigación puntero en el que puedan integrarse investigadores del CSIC. «Los grupos que trabajamos en visión ya somos una realidad y si se suman investigadores del CSIC nos podríamos convertir en un centro de referencia internacional. No existe ningún centro de este tipo en España y para el que plantea la UA además de investigadores ya han mostrado su interés empresas farmacéuticas y clínicas», indica el catedrático e investigador experto en visión Nicolás Cuenca.
«Una de cada cuatro personas mayor de 70 años padecerá degeneración macular o retinopatía diabética y teniendo en cuenta las proyecciones demográficas pensamos que es importante disponer de un centro como el que planteamos. Vale la pena invertir en algo así», añade. Además, supondría un centro innovador que generaría empleo de calidad, patentes y desarrollo tecnológico que va en la línea del cambio de paradigma en los sistemas de producción de la provincia y de la Comunidad Valenciana, opina el investigador.
Su propio grupo tiene una amplia experiencia en investigación traslacional, es decir, con vocación de llegar a la parte clínica. Son expertos en retina y en neurobiología. En estos momentos llevan a cabo una investigación con el sistema CRISPR, cuyo padre es el profesor de la UA Francis Martínez Mojica, con la que quieren curar en ratones una mutación genética que lleva a la ceguera a quienes la padecen.
«El CRISPR supone una revolución biológica que abre nuevas líneas de investigación e incluso ya existen estudios clínicos en humanos en el ámbito de la visión. Permite identificar y reparar errores en el ADN. Es como si en un libro un párrafo estuviera mal escrito y no se entendiera y pudieras quitarlo y poner uno que esté bien o corregirlo en el mismo sitio», compara Cuenca.
Al mismo tiempo desde Física colaboran con el área de visión para desarrollar tecnología láser capaz de detectar biomarcadores que se sabe que están presentes en determinadas enfermedades en un estadio muy temprano para lograr una detección precoz. Esto da idea de la multidisciplinariedad de los trabajos que se desarrollan en la investigación de óptica y visión. A todo ello se une la parte tecnológica de la Escuela Politécnica Superior, donde grupos como el de Miguel Ángel Cazorla llevan tiempo desarrollando dispositivos que permiten detectar si una persona mayor que está sola en casa tiene algún problema, un robot que ayuda a los mayores a ponerse en forma y distintos dispositivos de asistencia. O el grupo de Miguel Ángel Lozano que ha desarrollado el sistema Navilens que permite a las personas invidentes conocer las señales en autobuses de línea, estaciones de tren, museos y en un futuro se instalará en aeropuertos. «Nosotros trabajamos en el desarrollo de aplicaciones móviles y de visión artificial, pero hay muchos grupos investigando en líneas con vocación de asistencia a mayores y personas con discapacidad», resume Lozano.
La presentación a la comunidad universitaria y a las autoridades del proyecto Mayores Salud celebrará el próximo 15 de octubre.
