El juicio contra el Ayuntamiento de Alicante tras ser demandado por los vecinos, que le acusan de pasividad ante los ruidos del tardeo y de la actividad de ocio en el Centro Tradicional, ha comenzado esta mañana en el juzgado Contencioso 4 con la declaración de los testigos, dos residentes en las calles Artilleros y la plaza de Gabriel Miró que han afirmado, a preguntas de las partes, que llevan años sin dormir pese a tomar tranquilizantes y usar tapones en los oídos. Una de las vecinas ha afirmado que no consigue descansar pese a haber reforzado los cristales de las ventanas. Los denunciantes reclaman por vulneración de derechos fundamentales, en concreto por su derecho al descanso.

Las testigos han dicho en su declaración jurada que los ruidos empiezan a las 8 de la mañana con el montaje de las terrazas y enlaza con la actividad de los pubs y las discotecas, que cierran a las siete y media de la madrugada, negando que se circunscriba al tardeo. Han incidido en el ruido no solo de los locales sino en la propia calle, desde los martes a los sábados, derivada de la presencia de personas que asisten a los establecimientos, de despedidas de soltero, cumpleaños, etc...En este sentido han cuestionado ante la juez el modelo turístico de ocio en el Centro Tradicional, inciendo en la fuga de vecinos y el cierre de comercios en la última década en favor de la actividad hostelera ante la pasividad del Ayuntamiento.

De sus palabras se ha desprendido su malestar la nula actuación de la administración local tras años de denuncias y llamadas improductivas a la Policía Local salvo excepciones como la medición realizada a las 3 de la madrugada del 24 de junio pasado en el dormitorio de una de las testigos en la plaza de Gabriel Miró, que ha tenido acceso al informe que acreditadaba 78,5 decibelios, el doble de lo permitido.

El abogado del Ayuntamiento, Mariano Ibáñez, ha solicitado el aplazamiento de la presentación del informe pericial sobre el nivel de ruido en la zona, que la juez ha aceptado para una próxima sesión, la que se leerán las conclusiones. Este letrado ha incidido en que a los locales no se les da licencia municipal si no cumplen una serie de requisitos de aislamiento acústico y que el problema, por lo escuchado a las testigos, está en el ruido en la calle pero que es una cuestión cultural porque en España se habla muy alto y que es difícil regular el ruido ambiental y de la gente que grita. Aún así ha abogado por hallar una solución que compatibilice el descanso de los vecinos y una actividad económica que tiene que ver con el turismo que es delicado cercenar.

El abogado de los denunciantes, Luis Santamaría, ha dicho que se fomenta en el centro de Alicante que la calle sea una discoteca permanente. No entiende que el Ayuntamiento no haga caso a los vecinos por el ruido y sí se tomen medidas, por ejemplo, para que los conductores no circulen a más de 50 kilómetros por hora. "Se está fomentando el turismo atraído por el ocio y la permisividad", sostiene.

La declaración de Zona Acústicamente Saturada se pide para el entorno comprendido por Castaños, San Ildefonso, López Torregrosa, Artilleros, Rambla, Pascual Pérez, Teatro, Teniente Álvarez Soto, Portal de Elche, Bailén, San Francisco y Gerona.