El Ayuntamiento de Orihuela tuvo que asumir en la madrugada del sábado al domingo con su propia maquinaria pesada la reparación improvisada del canal utilizado por la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) para aliviar el agua del embalse de Santomera al río Segura, según fuentes municipales. El ayuntamiento oriolano decidió asumir el grueso de la obra en una comunidad autónoma distinta, la Región de Murcia, y un término municipal ajeno, el de Santomera, tras rogar durante 20 horas a la CHS, sin éxito, que actuara porque esa rotura anegaba las pedanías y zonas de La Aparecida, El Arenal, El Raiguero, Camino de Enmedio, y amenazaba con inundar todo el sur del casco urbano de Orihuela, empezando por el centro comercial Ociopía. Era una emergencia de protección civil. En ese punto, el vial que comunica el puente de Las Salesas con la N-340 hizo de mota de contención.

Sin embargo, la CHS aseguró ayer que sí dispuso de su propia maquinaria para llevar a cabo toda la obra de reparación. Pero que antes dedicó todos sus esfuerzos a garantizar la seguridad de la presa de Santomera, aguas arriba, que era la prioridad. La presa es una infraestructura de laminación de avenidas. No está preparada como embalse y recibió 17 hectómetros cúbicos en 48 horas. Las mismas fuentes de la entidad de cuenca mantuvieron que lo que solicitó el Ayuntamiento a la presidencia de la CHS fue directamente que se dejara de aliviar el embalse, algo que impiden las normas de explotación de la propia presa.

La gota fría desencadenó el peor de los escenarios. A una tromba de agua insólita de más de 400 litros por metro cuadrado, se sumó la violenta avenida de las ramblas de Abanilla y Salada, derivadas en su cabecera al embalse de Santomera. Además, aguas arriba de esa infraestructura se rompió, el jueves día 12, el canal del trasvase Tajo-Segura a la altura de Molina de Segura, en Los Valientes. Canal con el que se intentaba rebajar el caudal del Segura desde Ojós. Terminó en el embalse que comenzó a presentar un nivel que exigía desembalsar. El sábado día 14, de madrugada, llegó la rotura del canal que debía trasladar los caudales al azarbe Merancho y de ahí al río Segura en El Siscar (Murcia).Pero ese agua comenzó a inundar suelo oriolano.

El Ayuntamiento de Orihuela advirtió de la situación a la CHS. Durante toda la jornada del día 14 la gestora de la cuenca no actuó. Desde el puesto de mando avanzado del que supervisaba la situación en Orihuela (Cecopal) se decidió que había que solucionar la rotura urgentemente. El Consistorio oriolano se hizo con una máquina excavadora y la trasladó en un camión a la zona. Sobre las 21.00 horas del sábado, cuando los operarios llegaron de la rotura se encontraron con personal del Ayuntamiento de Santomera y Policía Local impidiendo el acceso. Según fuentes consultadas por INFORMACIÓN, alegaron que solo lo podía autorizar la Confederación.

Llamadas, tuits y tensión

Representantes políticos de Orihuela y la Generalitat se pusieron en contacto con el presidente de la Confederación, Mario Urrea. Un técnico de la CHS acudió finalmente al canal y aseguró que la maquinaria oriolana no era adecuada. El Ayuntamiento buscó otra retroexcavadora, que llegó escoltada por policía local oriolana. La rotura se reparó con medios oriolanos, según las mismas fuentes, en término de Santomera a primera hora del domingo 15. La CHS asegura que se hizo con su maquinaria.

Que la coordinación brilló por su ausencia lo reflejan los mensajes de la CHS en las redes sociales: publicó un tuit asegurando que se habían iniciado los trabajos de reparación el día 14, a las 23.06 horas, y le respondió la Policía Local de Orihuela a las 2.42 preguntándose cuándo iba a intervenir la CHS y dónde se había producido la rotura. La Policía Local difundió otro mensaje confirmando que ya se estaba actuando con los recursos del Ayuntamiento de Orihuela. Fue a las 5.12 horas del día 15. Un intercambio de mensajes que no coincidían y muy poco habitual entre administraciones.

En este sentido, Cs presentó ayer en el Congreso una pregunta al Gobierno sobre si es «consciente» de la actitud de la CHS en su gestión de la gota fría.