El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, anunció ayer que el gobierno valenciano solicitará la declaración de zona catastrófica de la Vega Baja y el resto de áreas afectadas por la gota fría. No obstante, el jefe del Consell ha insistido en reclamar una especie de «Plan Marshall», un plan general que permita a la comarca afrontar problemas económicos y sociales «porque es la gran huerta de Europa y está devastada». El próximo viernes está previsto que el pleno del Consell se celebre en Orihuela y que allí se aprueben los primeros decretos de ayudas directas para paliar los daños.

El anuncio que hizo ayer el Consell llegó horas después de que varios ayuntamientos de la comarca aprobaran declaraciones en este sentido ayer por la mañana. El primero en solicitar al Consejo de Ministros la declaración de zona catastrófica de su municipio fue el pleno de Orihuela, con el apoyo unánime de todos los grupos políticos. El alcalde oriolano, Emilio Bascuñana, señaló que «confío y deseo que las ayudas de todas las administraciones se mantengan en el futuro para la reconstrucción y se les dé la mayor celeridad». Bascuñana quiso agradecer el apoyo, colaboración y trabajo de las más de 700 personas que participan en el operativo montado en Orihuela desde que el pasado jueves el municipio sufriera las peores inundaciones que se recuerdan y que han costado la vida a un vecino de la capital de la Vega Baja.

El Ayuntamiento de Redován también aprobó ayer por unanimidad solicitar la declaración de zona catastrófica. La alcaldesa del municipio, Nely Ruiz, tuvo palabras de agradecimiento para todo el pueblo «por su solidaridad», al tiempo que recordó al vecino fallecido. Ruiz anunció la creación de una oficina de atención a los damnificados para asesorarles en la tramitación de las ayudas que puedan solicitar de las distintas administraciones y aseguradoras. «Hemos tenido un fallecido, lamentablemente eso no se puede recuperar, pero sí hay muchas viviendas devastadas, enseres o coches. No es tan importante como una vida, pero esas personas han perdido lo que tienen y necesitan recuperarlo. Si hubiera podido en ese momento coger mi pueblo y levantarlo diez metros de altura con mis brazos lo hubiera hecho», manifestó Ruiz.

Bigastro, otra de las localidades más afectadas por el temporal, también celebró un pleno para pedir al gobierno central que se declare zona catastrófica al municipio. «Necesitamos que el gobierno de la nación ampare a esas personas que no tenían dinero ni para pagar seguros», manifestó la alcaldesa, Teresa Belmonte. El presidente de la Diputación, Carlos Mazón, asistió a las distintas sesiones celebradas en la comarca y hoy la institución celebrará un pleno extraordinario para pedir al Gobierno la declaración de zona catastrófica de la Vega Baja. Por su parte, el presidente de la Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana (CEV), Salvador Navarro, se sumó a esa petición «y que se activen de forma urgente ayudas». Navarro visitó Orihuela y aseguró que la totalidad de los polígonos industriales y el 80% de las empresas, de un total de 21.900 censadas en la comarca, están afectadas.