El aeropuerto de Alicante-Elche recuperó ayer la normalidad tras desviarse 18 vuelos en la tarde-noche de noche del jueves cuando más arreció la gota fría sobre la terminal en la que descargó 178 litros por metro cuadrado. A los vuelos desviados se sumaron

otros ocho enlaces cancelados, ya que los aviones desviados no regresaron después a Alicante. Los pasajeros afectados pernoctaron en la terminal, que aguantó sin problemas la tromba de agua. Funcionó el drenaje en las pistas y sólo se registraron problemas menores de humedades en el edificio terminal de pasajeros. Sin embargo, el área de carga, próxima a la torre de control si sufrió el impacto de las escorrentías que llegaron desde las instalaciones (aparcamientos de la zona). El edificio se inundó parcialmente.

Por otro lado, UGT denunció la supuesta descoordinación entre Aena y la empresas de atención a aviones y pasajeros (handling) que trabajan en el aeropuerto. «Aena decretó la alerta por rayos y eso implica que no haya trabajadores en la plataforma pero las presiones provocaron que hubiera gente trabajando», denunciaron desde UGT. Como resultado, una trabajadora que atendía en ese momento un avión sufrió una descarga eléctrica, afortunadamente sin consecuencias. Según UGT, el comandante de un avión de Ryanair se negó a repostar su aparato hasta que se levantara la alerta por rayos.

Corredor Mediterráneo

En cuanto al tráfico ferroviario, la circulación de los trenes por el Corredor Mediterráneo (Alicante-Valencia-Castellón) sigue suspendida por la inundación del túnel de Fuente la Higuera y no hay servicio alternativo en autobuses por el mal estado de la carreteras. El AVE entre Alicante y Madrid circula sin problemas y continúa sin servicio las cercanías entre Alcoy y Xátiva. No así la línea de cercanía entre Alicante y Callosa de Segura, operativa desde ayer. También se ha abierto totalmente al tráfico la autovía A-31 que conecta con Alicante y Madrid.