La gota fría colapsó ayer la comarca de la Vega Baja. El temporal de viento y lluvia registrado desde primera hora de la mañana causó estragos en la práctica totalidad de municipios. Fueron miles las personas que quedaron incomunicadas durante horas. Los servicios de emergencia desalojaron viviendas en varias localidades por la situación de riesgo extremo y se habilitaron albergues en lugares seguros. La tormenta arrastró coches, inundó casas y hasta obligó a suspender las intervenciones quirúrgicas programadas en el Hospital Vega Baja al quedar anegados varios quirófanos. Por haber, hubo hasta una manga marina que se llevó por delante un colegio con aulas prefabricadas. Al cierre de esta edición no había que lamentar daños personales, pero los materiales eran millonarios. En Torrevieja, pasadas las once de la noche, parte de la ciudad se quedó a oscuras. Lo peor se esperaba durante esta pasada madrugada.

La jornada vivida ayer en el sur de la provincia será recordada como una de las más devastadoras en lo que a tormentas se refiere en las últimas décadas. Tal y como venían advirtiendo los expertos en meteorología, se cumplieron todas las previsiones de lluvias torrenciales por el fenómeno conocido como DANA (depresión aislada en niveles altos).

En diversos municipios prácticamente no amaneció. El cielo se tiñó de gris desde primera hora de la mañana y las nubes descargaron durante horas y horas en una tierra acostumbrada a la sequía. Los pluviómetros no daban abasto y se llegaron a contabilizar hasta 259 litros por metro cuadrado en el Rincón de Bonanza de Orihuela; 185 en Rafal y 177 en Redován. La noche se preveía muy larga y las previsiones auguraban problemas más graves. Todas las miradas estaban puestas en el cauce del río Segura.

Los municipios ubicados en torno a las sierras que salpican la orografía de la Vega Baja fueron los que registraron los primeros efectos del temporal durante la primera mitad de la jornada. Los núcleos poblacionales emplazados al pie de sistemas montañosos sufren el efecto de los barrancos, que ayer bajaban llenos de agua y arrastraban con toda su fuerza rocas y sedimentos, contenedores y vehículos. Sucedió, por ejemplo, en Cox, Callosa de Segura o Redován, localidad esta última que tuvo que solicitar ayuda a la Generalitat Valenciana ante la insuficiencia de los recursos municipales para atender las situaciones de grave emergencia y riesgo producidas. Se produjo el derrumbe de tres viviendas y hubo que realojar a diversas familias en un albergue habilitado por el consistorio, tal y como ocurrió en el municipio callosino, donde se desalojó a una veintena de familias.

Mientras tanto en Guardamar del Segura, una manga marina atravesó el municipio por el sur y provocó importantes daños en el CEIP Dama de Guardamar y en diferentes edificios, vehículos y calles de la ciudad.

En numerosas localidades de la comarca, las empresas han optado por paralizar la producción durante la jornada de hoy debido al temporal. Por ejemplo, la fábrica de baterías Clarios de Guardamar, avisó ayer a sus trabajadores del turno de noche para que no se presentaran debido a que había varios azarbes a punto de desbordarse. Algunos de los empleados, con más de 30 años de experiencia, señalaron que jamás se había producido una situación similar. Recuerdan que en 1992 tuvieron que achicar agua en la fábrica, pero paralizar la producción como en esta ocasión, nunca.

Otras de las incidencias ocurridas tuvieron que ver con la actividad agrícola y ganadera de la comarca. En Benejúzar, por ejemplo, se tuvo que rescatar a todo un rebaño por el desbordamiento de una acequia próxima.

Viviendas

A medida que avanzaba la jornada de ayer buena parte de los municipios de la Vega Baja se vieron obligados a cerrar carreteras mientras se multiplicaban las actuaciones para retirar árboles caídos y achicar agua de viviendas inundadas. Ya por la tarde todas las miradas se dirigieron al río Segura, que se desbordó en torno a las 16 horas en algunas localidades murcianas como Archena, mientras se temía que el exceso de caudal acabara anegando también algunos puntos de la Vega Baja, como Almoradí o Rojales.

En Torrevieja las lluvias dejaron cerca de 100 litros por metro cuadrado en la jornada de ayer, lo que provocó serias incidencias en algunas calles y avenidas que, como suele ser habitual cada vez que llueve, se inundaron. Fue el caso de las Cortes Valencianas, Delfina Viudes, Rosa Mazón, el entorno de Doña Inés y el puente bajo la nacional 332 junto al camping Mi Sol. También tuvieron que cerrarse algunos accesos a la Nacional 332 como el de Urbano Arregui en dirección Cartagena. El transporte urbano tuvo que ser suspendido durante todo el día y hoy se decidirá si los autobuses vuelven a las calles, en función de las lluvias.