Cerca de 85 pacientes con enfermedades renales se encuentran incomunicados en pedanías de la Vega Baja, sin poder acudir a diálisis desde el jueves.

Una situación «que pone en serio riesgo su vida», según alertó ayer Roberto Oliver, presidente de Alcer, la asociación de trasplantados de riñón. «El problema es que no podemos llegar hasta los pacientes y llevo todo el día pidiendo ayuda para que alguien de las fuerzas de seguridad o de salvamento acuda a por ellos y no hay manera», lamenta Oliver.

El centro en el que se dializan está en Orihuela, y aunque se ha inundado parcialmente «se puede trabajar y el personal está dispuesto a quedarse por la noche o acudir el domingo, lo importante es que se dialicen».

Los pacientes también pueden ser trasladados a San Vicente, donde hay otro centro de diálisis. Oliver recuerda que mañana sábado hará tres días que estos enfermos no acuden a diálisis. «Se pueden morir, la situación es muy grave». Mucho menos se puede esperar hasta el lunes. «Pueden fallecer 40 personas si están cinco días sin tratamiento, así que hay que sacarlos de allí como sea».

Desde la Conselleria de Sanidad aseguran que el 112 y las fuerzas de seguridad están trabajando de manera conjunta en el dispositivo para trasladar a estas personas desde sus casas al centro de hemodiálisis de Orihuela.