El compañero de pasaje que muchos desearían. Después de tanto tiempo esperando la temporada estival para cambiar el lluvioso Manchester por las playas de Alicante, la ausencia de un piloto no impidió que un avión despegase rumbo al Mediterráneo gracias a Michael Bradley, un oficial de cabina que esperaba el avión con su familia dispuesto a iniciar sus vacaciones y que se ofreció voluntario para operar el vuelo, evitando así su cancelación.

Bradley se encontraba en la terminal junto a su mujer y su hijo pequeño esperando el avión que realiza el trayecto Manchester-Alicante cuando la compañía EasyJet anunció un retraso en el vuelo de entre tres y cuatro horas, así como la posible cancelación del mismo. Al parecer, uno de los pilotos se encontraba indispuesto y más tarde se supo que no había llegado aquel día al trabajo. Por suerte para el resto de viajeros, Michael Bradley compartía destino con ellos ese día y no dudó en ponerse en contacto con la empresa responsable para ofrecer sus servicios, ya que es piloto profesional en esa misma aerolínea.

Así, el hombre especificó que estaba de vacaciones y había descansado durante los cuatro días anteriores, cumpliendo con una de las principales normas de seguridad. «Estoy parado en la terminal sin hacer nada, tengo mi licencia conmigo y me gustaría mucho irme de vacaciones. Si queréis, estoy aquí listo para partir», aseguró en su llamada a la compañía. Apenas unos segundos después la empresa le devolvió la llamada para dar luz verde a su propuesta.

Por su parte, desde EasyJet agradecieron públicamente la implicación y entrega de su piloto durante sus días libres: «Estamos agradecidos a uno de nuestros pilotos que viajaba de vacaciones con su familia y se ofreció como voluntario para operar el vuelo», explicó una portavoz de la aerolínea al diario The Independent.

Vestido de calle, delante de todo el pasaje, Bradley se presentó y contó su historia ante los vítores y aplausos de aquellos que también agradecieron continuar con su plan de playa y palmeras en un clima cálido. «Si no os importa que uno de vuestros pilotos vista así hoy, nos vamos a Alicante», sentenció el hombre mientras entraba a la cabina para poner rumbo a sus ansiadas vacaciones en la ciudad de la luz.

Los pasajeros vivieron esta experiencia desde las redes sociales donde muchos destacaron la solidaridad del piloto, quien en todo momento hizo hincapié en que tenía la licencia al día y que era seguro volar en sus manos.