n La presión de las madres que escolarizan a sus hijos en el aula específica del colegio Rafael Altamira de Alicante, para favorecer su integración dado que padecen alguna discapacidad, ha logrado in extremis la recuperación del transporte escolar con el que contaban desde hace ya cuatro cursos y que la inspección educativa les había retirado a dos días de volver a las clases este año.

Beatriz y Lucía, entre otras madres del centro, pelearon por la reposición del servicio hasta el último momento porque «se nos asignó el colegio con transporte, por las condiciones de nuestros hijos, e informaron esta semana de que no dispondríamos sel autobús porque el número de beneficiarios no llegaba al mínimo para flotar el autobús».

Las madres lamentaban la medida y no se explicaban que el curso pasado hubiera hasta dos autobuses que hacían el trayecto hasta este centro, pasando por algún otro colegio también de la ciudad, y que este curso se suprimieran ambos.

Se habían mostrado dispuestas a llevar a su hijos el lunes con carteles ante la dirección territorial, para reclamar lo que entienden que les corresponde para poder escolarizar a estos niños como lo están el resto, y su presión logró a última hora que la Conselleria de Educación rectificara. A preguntas de este diario señalaron que los niños tendrán el autobús desde el lunes dada su movilidad reducida, manteniendo la ruta.