La tendencia alcista que la construcción vivía en la provincia de Alicante desde 2014 se ha frenado en seco en el último año y medio por temor a una nueva recesión en Europa a causa del Brexit, el freno de la locomotora alemana, la falta de gobierno estable en España y el cambio en los ayuntamientos que ralentiza la resolución de expedientes. La solicitud de vivienda libre nueva cayó en 2018 en un 15% en la provincia con casi 1.500 certificados menos emitidos por el Colegio Arquitectos, que tienen que visar obligatoriamente los proyectos de ejecución y emitir el certificado final de obra cuando una promoción está terminada.
Este enfriamiento se acentúa este año, con 3.395 viviendas nuevas libres hasta el 30 de junio, de acuerdo a los datos del Colegio de Arquitectos. Si este ritmo se mantiene en el segundo semestre de 2019, el año terminará con unas 6.600 viviendas visadas, muy por debajo de las 7.583 del año pasado. Éstas ya fueron bastantes menos que las 8.905 del año 2017, el de mejores resultados desde que el sector repuntó. El capital se reserva y no invierte, dejando atrás los incrementos del 56% y el 40% que se produjeron en 2016 y 2017.
«El crecimiento ha bajado su ritmo por muchos factores. La situación laboral es uno de ellos. Si no hay perspectivas de trabajo, es más complicado comprar una vivienda. Ahora también hay ayudas al alquiler que antes no había», explica Juan María Boix, presidente del Colegio de Arquitectos. Considera que también pueden influir lo tiempos del proceso de construcción y venta: «hay inversiones extranjeros que sacaron viviendas al mercado en 2018 que no volverán a sacar más hasta que las vendan todas».
En cambio, y pese a que parecía haber desaparecido de las políticas públicas, se produce una recuperación en las viviendas nuevas de protección oficial, con un incremento del 218% en su construcción. Si en 2017 se visaron 71, el pasado año la cifra se disparó a 226.
Miguel Martínez, vocal del Colegio, apunta que se ha producido una bajada de nuevos proyectos de ejecución que se visan de un 9% a nivel provincial y del 18% en la ciudad de Alicante. También hay un descenso del 5% en expedientes de rehabilitación.
Otro síntoma de ralentización es el aumento de los ingresos recaudados en la tesorería del Colegio, de un 5%, por el final de obras iniciadas en años anteriores. «El enfriamiento del sector es un tema complejo. Todo influye. En un escenario económico que depende de tantas variables, asuntos como el Brexit, o que en España no haya gobierno, pueden echar para atrás. No hay que alarmarse pero estamos en una coyuntura donde se prevé un enfriamiento».
Por este motivo, el Colegio de Arquitectos está negociando con diversos ayuntamientos de la provincia la firma de convenios para agilizar la emisión de visados, con el compromiso de resolver en 20 días expedientes que ahora tardan meses. Orihuela es la primera ciudad donde se ha cerrado el acuerdo que faculta a los arquitectos a tramitar las licencias de obra.
El Ayuntamiento de Alicante puede ser uno de los próximos. Ya se han celebrado varias reuniones que persiguen agilizar la resolución de licencias, con una demora media de entre ocho y diez meses, cuando lo ideal son dos meses, recuerda el secretario general de la Asociación de Promotores Inmobiliarios (Provia), Jesualdo Ros. El promotor apuntó que 2016 y 2017 han sido años de mucha presión para el sector, en los que se ha estado atendiendo la demanda internacional, y que ahora hay una demanda interna muy fuerte de primera residencia, tanto de venta como de alquiler, que espera que se vaya atendiendo poco a poco.
Según la Concejalía de Urbanismo de Alicante, en 2018 se emitieron 129 licencias de obra mayor y 111 en lo que va de año, al retomarse promociones que estaban paradas como Vistahermosa Norte y Benalúa Sur.
