Con el inicio de curso a la vuelta de la esquina, las obras para renovar los barracones del colegio de la Cañada del Fenollar se encuentran paralizadas a la espera de que el personal de jardinería del Ayuntamiento acuda al centro para podar las ramas de un árbol de grandes dimensiones. Las ramas impiden levantar el segundo piso de los barracones.

Así lo denuncia el Ampa del centro escolar. Su presidenta, María López Médel, critica que el pasado mes de junio «nos pusimos en contacto con el Ayuntamiento para que vinieran a cortar las ramas y desde entonces estamos esperando». López teme que de retrasarse aún más los trabajos, el curso no pueda empezar en las nuevas instalaciones. «Todavía hay que levantar el segundo piso, acondicionar las aulas, equiparlas...los plazos son ya muy justos».

Los barracones que se están levantando en el centro sustituyen a unos antiguos, que con el paso de los años se habían quedado totalmente obsoletos. «Cada vez que llovía había goteras. El año pasado perdimos cuatro días de clase por filtraciones de agua». López afirma que en noviembre del año pasado ya plantearon la necesidad de renovar los barracones, «pero ningún momento era bueno, ni las vacaciones de Navidad, ni las de Semana Santa... al final se han esperado hasta el último minuto y aún así van con retraso».

La representante del Ampa advierte de que como las instalaciones no estén terminadas para el 9 de septiembre, «iremos a dar clase a la plaza del Ayuntamiento».

Paralelamente, continúan los trámites para que se construya el nuevo colegio en la pedanía, una instalación que los padres confían que esté lista para el curso que viene. Recientemente, el Ayuntamiento aprobó en junta de gobierno la convocatoria de un procedimiento que permita contratar las obras del proyecto de urbanización de la parcela docente, con un presupuesto base de 235.176 euros, y un plazo de ejecución de dos meses desde su adjudicación.

El colegio figura entre los previstos para su ejecución por parte de la Conselleria de Educación dentro del Plan Edificant, que delega en el Ayuntamiento todos los trámites y al Consell le corresponde dotar el presupuesto. La cesión y cambio de uso de los terrenos primero, la instalación del colector de aguas después, y la urbanización del entorno, fueron las premisas que exigió la conselleria para pasar a licitar las obras.

El portavoz de Compromís, Natxo Bellido,critica que desde el 11 de junio está pendiente de llevar al pleno un acuerdo para solicitar a la Conselleria de Educación las competencias para edificar el colegio, requisito previo para que Valencia ceda el dinero necesario. "El trámite no se llevó tampoco al pleno de julio, lo que nos hace pensar mal, a lo que se suma ahora el problema con la posa que impide levantar los barracones", sostiene Bellido.