Una aplicación informática para teléfonos inteligentes y tabletas desarrollada por Ars Innovatio, la Unidad Científica de Innovación Empresarial de la Universidad de Alicante, permite a los profesionales de enfermería evaluar e identificar estados de pre-fragilidad en personas de más de 65 años, para poder mejorar su bienestar y calidad de vida. La aplicación se utiliza ya en el departamento de salud Elche-Vinalopó, y permite identificar cuál es la tecnología que requiere cada grupo poblacional para mejorar la posible pérdida de autonomía detectada.

Según un comunicado de la Generalitat, el aumento de la esperanza de vida en España, con una media 83,1 años, ha generado un incremento de población mayor con buena salud pero que, de forma progresiva, conforme aumenta su edad, va perdiendo autonomía para cubrir las actividades básicas de la vida diaria.

Esto convierte a las personas mayores en frágiles en determinadas dimensiones de su vida, por lo que desde esta unidad de innovación, que cuenta con el respaldo de la Agència Valenciana de la Innovació (AVI), se pretende atenuar dicha pérdida de autonomía y dar vida a los años a través de las tecnologías informáticas.

Bajo la denominación Actuasalud, la nueva herramienta facilita la recogida de información relativa a distintas dimensiones de fragilidad mediante una entrevista a través de un dispositivo electrónico que registra y procesa los datos obtenidos.

Esta primera experiencia de uso se destina, por tanto, a la detección de estados de pre-fragilidad o bien de fragilidad instaurada que se puedan tratar con la ayuda de tecnologías informáticas avanzadas, aunque Actuasalud puede extenderse a otro tipo de evaluaciones y cribados de diferentes grupos de población.

En la Comunidad Valenciana, alrededor del 10 % de la población mayor de 65 años es frágil en alguna dimensión, si bien este porcentaje aumenta progresivamente hasta superar el 25 % entre los mayores de 85 años.

Actuasalud no solo facilita al personal sanitario de atención primaria y sociosanitaria la detección de casos y niveles de fragilidad de forma sencilla y muy accesible, sino que, sobre todo, informa de aquellos ámbitos donde la tecnología del hogar puede aportar soluciones eficaces.

De hecho, el objetivo posterior a la evaluación de personas es adaptar las tecnologías informáticas a las necesidades de cada grupo de población mayor a partir del análisis de los datos recabados. Esta información podría suponer un primer paso para diseñar herramientas capaces de prevenir problemas relacionados con la pérdida de capacidad funcional o cognitiva asociada a la edad.

La selección de los mayores susceptibles de someterse a esta evaluación se está realizando en los centros de atención primaria y sociosanitarios, así como en centros de día y asociaciones vecinales con las que la institución académica ha suscrito convenios de colaboración.

El desarrollo de esta aplicación, que ya se está empleando en el entorno del Departamento de salud Vinalopó-Elche, responde a un acuerdo de colaboración entre Ribera Salud y la Universidad de Alicante