Su imagen y su nombre van irremediablemente unidos a la Explanada. Sin embargo, la Concha no pasa por su mejor momento y su estado de conservación no es el más idóneo, teniendo en cuenta los miles de turistas que a diario contemplan este pequeño auditorio levantado a mediados del pasado siglo XX en el principal paseo de la ciudad.
El paso de los años -la última remodelación importante fue en 2010- y la cercanía de la carretera han hecho que la pintura, de un tono ligeramente amarillo, esté completamente gris y llena de manchas de la suciedad que acumula. Por todo el auditorio hay desconchones de pintura que dejan al descubierto parches de pintura blanca y que ofrecen una imagen de escaso mantenimiento.
El escudo inferior de la construcción está permanentemente cubierto de meadas, como pudo comprobar este periódico días atrás y la celosía de ladrillo que hay en la base está llena de basura y desperdicios. El escudo de la ciudad de Alicante de la parte superior de la Concha tampoco queda mejor parado. Está sucio y estos días tapado parcialmente por una lona en la que se publicitan los conciertos que en verano se dan en este pequeño auditorio de la Explanada.
Rehabilitación en 2010
La Concha fue sometida a una remodelación en el año 2010. Los trabajos incluyeron entonces la pintura, que permitió recuperar el anterior color marfil que aparecía en fotos antiguas. También se bajó el podio central y se reubicó el escudo, desde la parte frontal al fondo del auditorio. El proyecto se completó con el saneamiento de la celosía de la parte inferior. Una actuación que, según criticó en su momento la asociación Alicante Vivo, alteró la imagen original de esta instalación.
El pequeño auditorio de la Explanada acoge durante todo el conciertos y recitales organizado por el Ayuntamiento.
