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Manzaneque: «Los familiares se justifican cuando les decimos que podrían estar maltratando a sus mayores»

Psicóloga en el proyecto «Buen trato a personas mayores» de Cruz Roja

Maite Manzaneque, en las oficinas de Cruz Roja en Alicante. Rafa Arjones

Maite Manzaneque, psicóloga, gestiona el programa de Cruz Roja que trabaja junto a las personas mayores de la provincia de Alicante. Desde 2018, cerca de 300 usuarios han participado en las distintas actividades de este proyecto, conocido como «Buen trato», a través de talleres informativos o charlas impartidas junto con la Guardia Civil en las que se tratan temas relacionados con los robos, los timos y las estafas. Del mismo modo, Manzaneque y su equipo también intervienen en casos individuales, en los que se adentran en colaboración con las Fuerzas de Seguridad del Estado y los servicios sociales de las distintas localidades.

P ¿Cómo consigue «Buen trato» reducir los malos tratos en las personas mayores?

R La clave del problema del maltrato está en la invisibilidad. A través de la información que ofrecemos, tanto a través de talleres, redes sociales o centros de atención a mayores, entre otros, las personas mayores identifican ciertos maltratos. Lo más probable es que busquen poner solución por ellos mismos, enfrentarse al problema con las competencias que les damos. La denuncia es muy poco habitual.

P ¿Cómo os llegan los casos?

R Cuando damos las charlas a este colectivo, salvo excepciones, nadie cuenta en público lo que le está pasando. Yo siempre les digo que al acabar la charla podemos hablar privado, así que lo que suele pasar es que al término vienen y me lo cuentan. También llegan sospechas de posibles maltratos a través de nuestro servicio de teleasistencia. Cuando se logran identificar, las trabajamos y posteriormente intervenimos.

P ¿Qué dudas tienen las personas mayores en relación al maltrato?

R En muchas ocasiones son sobre temas económicos, robos que han sufrido. También les inquieta tener una segunda opinión sobre el trato que reciben, como que los hijos no pasen por sus casas o no tengan a alguien que les acompañe al médico. Lo que pasa es que al mismo tiempo les justifican, y ese es el problema, que tienen miedo.

P ¿Que los hijos no les visiten se considera maltrato?

R El abandono es maltrato. Cuando nosotros identificamos este problema, nos ponemos en contacto con servicios sociales y, en el momento que ya vamos a la casa y nos ven llegar con el chaleco de Cruz Roja, por regla general se reconduce la situación familiar. En muchas ocasiones, también es el cuidador quien sufre una sobrecarga.

P ¿Cuál es la reacción que tienen los familiares cuando se ven advertidos?

R Se asustan y se justifican. Siempre suelen intentar cambiar un poco la actitud; nosotros les proponemos acciones y ellos las ejecutan. Hay pocos casos en los que la familia no reacciona.

P ¿Qué es lo más positivo de «Buen trato»?

R Cuando la persona se siente angustiada y le ayudamos identificar el porqué. También a gestionarlo. Que se sientan escuchados es muy importante, del mismo modo que lo es la ayuda que se ofrecen entre ellos. En muchas ocasiones se creen que tienen que soportar todo.

P ¿Cuál o cuáles son los tipos de maltrato más comunes?

R Muchas veces se producen las «autonegligencias»: la persona deja de proporcionarse los cuidados que sabe que necesita. Se aisla y, digamos, se produce a ella misma un maltrato. Estos son los casos que más me impactan. Hay historias de personas que están sin atender más de catorce horas, y eso es mucho tiempo para que alguien esté solo sin que ni siquiera se le cambie el pañal.

P¿Hay un perfil de maltratador?

R El perfil más típico de la persona que maltrata suele ser un cuidador que tiene un trastorno mental o una adicción. Tenemos un caso así en el que el trato vejatorio es permanente.

P ¿Puede contarlo?

R Un matrimonio de Colombia se viene a Benidorm porque las hijas les dijeron que vinieran para estar con ellas. Pero la pareja de una de las hijas tenía una adicción y esto les afectaba a ellos de manera directa, a veces no podían ni salir de la habitación. Al final otro de los hijos les ha tenido que enviar dinero para que se vuelvan, sus hijas no se hacían cargo.

P Tiene que ser difícil.

R Imagínate. En Torrevieja hay una mujer que cada vez que voy a verla me dice que no quiere vivir, que para ella su vida ya ha terminado. A veces no es nada fácil.

El 65% de las personas de la Comunidad Valenciana que manifiestan sus voluntades de forma anticipada son mujeres

Más de 8.000 alicantinos dejan por escrito en la última década la atención médica que les gustaría recibir

En la Comunidad Valenciana ascienden a 21.656 el número de personas que han cumplimentado el documento de voluntades anticipadas en los últimos diez años. En Alicante, son 8.046. Del total de ambas cifras, ofrecidas por la Conselleria de Sanidad, se desprende que el número de mujeres que lo completan es mayor al de los hombres (ellas forman el 65% a nivel autonómico).

Maite Manzaneque, psicóloga de Cruz Roja, explica que ésta es una situación que se da porque ellas, por asumir el rol de cuidadoras en la mayoría de casos, conocen mejor la situación que se les puede venir encima.

La voluntad anticipada se manifiesta en un escrito que se puede cumplimentar, entre otros, en los distintos centros hospitalarios. Mediante éste, una persona expresa las instrucciones que se deben tener en cuenta, sobre las actuaciones médicas, cuando se encuentre en una situación en la que las circunstancias no le permitan expresar libremente su voluntad. En la última década, desde 2009, las mujeres han rellenado un total de 13.601 de estos documentos en toda la Comunidad. «Suelen ser mujeres de más de 50 años que han sido cuidadoras, que han visto muy de cerca situaciones complicadas», explica Manzaneque.

Rol de cuidadora

«Normalmente el rol de cuidadora lo asume la mujer, la misma que ve la situación en la que se encuentran las personas a su cuidado. Es entonces cuando dicen 'no, yo no quiero esto'», añade la psicóloga.

Aunque no es un porcentaje que represente una diferencia descomunal, la diferencia también se hace presente en la provincia de Alicante, donde las mujeres forman el 62% del total de personas que eligen decidir sobre su futuro por escrito.

La Conselleria de Sanidad es quien gestiona todas estas peticiones, recibiendo aproximadamente entre 1.700 y 2.400 cada año. El ejercicio -de los últimos diez años- en el que se registraron más peticiones fue el de 2017.

«Es un trámite muy sencillo que recomiendo hacer a cualquier persona, pero sobre todo a las personas mayores», apunta Manzaneque.

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