La costumbre de estar en Urgencias o en el centro de salud y que te llamen a voz en grito pronto pasará a la historia en los hospitales públicos. Los centros sanitarios de la provincia ya se están adaptando al nuevo reglamento europeo sobre protección de datos. Uno de los primeros en tomar medidas para preservar al máximo la intimidad de sus pacientes ha sido el Hospital General de Alicante, que ya ha implantado en algunas de sus áreas sistemas para avisar a los enfermos a través de códigos, como los que ya funcionan en las clínicas y muchas consultas privadas. Estos dispositivos ya se encuentra en los servicios de Urgencias y en el área de Farmacia hospitalaria, donde los enfermos acuden a recoger su medicación.
En Urgencias, según explican desde la dirección del centro sanitario, cuando el enfermo llega al mostrador se genera un código de letras y números y se le hace entrega de un papel en el que aparece. Por todo el servicio ya hay repartidas pantallas para que el enfermo sepa cuándo es su turno y a qué consulta debe acudir para ser atendido. De manera similar funciona el área de Farmacia hospitalaria. En este caso hay máquinas con las que el paciente puede imprimir el código para esperar su turno. El siguiente paso, añaden desde la dirección del Hospital General, es la implantación de este sistema en el área de Extracciones, que actualmente se está remodelando en los bajos del «edificio gris» y «poco a poco se irá implantando en las consultas externas». Después tendrán que adaptarse los centros de salud y la medida deberá hacerse extensiva a todos los departamentos sanitarios de la provincia para adaptarse a las directrices de la nueva normativa. Fuentes de la Conselleria de Sanidad señalan que se está trabajando para sacar a licitación este sistema para todos sus edificios, de manera que se terminará con la costumbre de llamar a voces a los pacientes que están esperando a ser atendidos.
Algo en lo que también están trabajando los hospitales es en dejar de dar información sobre los pacientes ingresados. En el Hospital de Sant Joan, por ejemplo, ya no se facilita ninguna información en las plantas a quien llama por teléfono. En algunas de las clínicas privadas de Alicante no se facilita ni siquiera el número de habitación en los mostradores de entrada y en el Hospital General han optado por preguntar a los pacientes a su ingreso si desean que se proporcione esa información en caso de que alguien pregunte.
Datos digitalizados
Uno de los aspectos en los que más incide la norma es en la necesidad de que todos los datos del paciente estén digitalizados, para garantizar su confidencialidad, algo que ya cumplen casi todos los hospitales y clínicas que tienen las historias en formato electrónico. El hecho de que toda la información del paciente esté en soporte informático hace que sea muy complejo que se filtre. Para acceder a las historias clínicas hay que hacerlo con una tarjeta y una clave de acceso y el sistema registra quién entra, cuándo y qué tipo de información consulta. Los profesionales sanitarios solo pueden consultar información relativa a sus pacientes y éstos pueden solicitar que se les informe sobre quién ha tenido acceso a sus datos.
Fuera del ámbito sanitario, solo los pacientes pueden consultar su historia clínica y si desean que un familiar pueda tener acceso a esa información o a un diagnóstico, debe haber una autorización expresa.
