Jesús Francisco Flores, su mujer y sus dos hijos regentan la heladería Las Jijonencas en el barrio de San Blas, un local familiar que ya ha cumplido los 32 años endulzando la vida a los vecinos.
P ¿Cómo surgió abrir una heladería?
R La tenemos desde 1987, la montamos mi mujer y yo sin tener ni idea del negocio de la hostelería. Yo trabajaba en un taller y mi mujer en una turronera en Xixona. Teníamos familiares que tenían heladería en Alcoy, pensamos que podía funcionar y nos lanzamos. Y ya han pasado más de 30 años. Yo me jubilo este año y se quedan mis dos hijos al frente. Somos el tercer negocio de hostelería más antiguo de San Blas, tras el Astorga y la cervecería Dani.
P ¿Qué productos son los que más se venden?
R Nuestros helados y granizados son artesanos. Los sabores tradicionales como chocolate, turrón y mantecado son los que más se venden aunque vamos innovando y dentro de nuestros 30 sabores tenemos ahora helado de milhojas o de mentireta. La horchata y los granizados también se consumen mucho, sobre todo cuando llega alguna ola de calor.
P Chocolate, turrón, mantecado y granizado de mentireta son muy alicantinos.
R Sí, y hemos recuperado el coyote que es un helado con palo, mitad de chocolate y mitad de mantecado y el chambi en lugar de hacer el corte.
P ¿Cómo sobrevive una heladería de barrio?
R Pues con muchas horas de trabajo y esfuerzo y gracias a una clientela muy fiel de aquí del barrio porque como dices no estamos en un sitio de paso por el centro. Servimos ya a los hijos de los niños que venían en los años 80, o sea, a tres generaciones. Como nuestro producto es estacional optamos por servir desayunos para poder seguir abiertos el resto del año. Como anécdota puedo contar que tenemos una clienta que ya tendrá cerca de 90 años que ha venido todos los días a desayunar aquí desde que abrimos y siempre nos deja un euro de propina.
P Habla de los helados artesanos, ¿qué le parecen los italianos?
R El helado tradicional de mantecado que hacemos con una receta de hace más de 40 años no tiene competencia ninguna. Pero es verdad que los italianos son buenos y empezaron a incorporar otros sabores que se han ido introduciendo. Y lo mismo pasa con los granizados artesanales, llevan más trabajo que los que se hacen con pasta de sabores, pero el resultado no tiene nada que ver.
