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El uso de los cercanías se estanca mientras se incrementa en las grandes áreas urbanas del país

La antigüedad de los trenes, los escasos servicios y los cortes por las obras de soterramiento en Murcia provocan un leve descenso del número de viajeros en contraste con Madrid, Barcelona, València o Málaga

Tren de cercanías en los alrededores de Orihuela. Tony Sevilla

El uso de los trenes de cercanías se ha estancado en la provincia, en contraposición al incremento de viajeros que se ha producido en las principales áreas urbanas de España. Según los datos del informe de gestión de Renfe de 2018, que acaba de hacer público la operadora ferroviaria, la red de Alicante y Murcia registró al año pasado un movimiento de 3.539.900 pasajeros, que supuso un mínimo descenso del 0,5% en relación a 2017. Sin embargo, en Madrid se produjo un incremento del 5,7% y en Bilbao fue del 3,8%; en Barcelona, València y Sevilla las subidas rondaron el 2%. También en Málaga se utilizó el tren un 1,3% más, y en Cádiz -con cifras de viajeros menores que las de Alicante- aumentó un 0,8%.

La única lectura positiva que puede hacerse de los datos es que la citada pérdida de un 0,5% de viajeros es un alivio si se compara con años anteriores: entre 2012 y 2017, los cercanías de Alicante y Murcia perdieron un millón de viajeros. El grueso de movimientos se corresponde con la línea C-1, que une ambas ciudades y que pasa, entre otros, por Elche, Callosa de Segura y Orihuela. Según datos facilitados a este periódico por Renfe, el núcleo registró el año pasado una media de 10.992 viajeros en un día laborable, de los cuales 7.172 correspondieron a la citada línea principal. El resto se repartieron entre la C-2, de Murcia a Lorca y Águilas, y la C-3, entre Alicante y San Vicente del Raspeig.

De la misma forma que es, con diferencia, la de mayor utilización, también está en la línea C-1 la principal causa de que el cómputo final de viajeros no haya podido remontar los resultados negativos de años anteriores, en una coyuntura más favorable para el transporte público, a juzgar por lo que apuntan fuentes de Renfe. Las obras para la llegada del tren de alta velocidad a Murcia y el soterramiento del trazado ferroviario en esta ciudad y su entorno más próximo ha supuesto desde el año pasado el corte de la vía en varias ocasiones.

El servicio en el tramo afectado se ha seguido prestando con normalidad a través de autobuses cada vez que ha tenido que cortarse el tráfico de trenes, pero la incomodidad de hacer transbordos puede haber disuadido a muchos viajeros con origen o destino en la capital murciana a utilizar el tren. Además, hay que recordar que a lo largo del año pasado el servicio se interrumpió incluso más de lo previsto por las movilizaciones ciudadanas que se llevaron a cabo para exigir el soterramiento de las vías, que supusieron más cortes y que también pudieron hacer que se desechara el cercanías como medio preferente de transporte esos días.

A la espera de sustituir los trenes

Al efecto de los cortes en el servicio se suman factores estructurales de la línea de cercanías entre Alicante y Murcia como las limitaciones en la infraestructura, con vía única y sin electrificar, junto con la antigüedad de los trenes y la escasa frecuencia de paso, sobre todo los fines de semana, en que hay franjas del día con un tren cada dos horas. Los automotores diesel que cubren el servicio tienen ya 37 años y, aunque su estado aún es bueno, ofrecen una imagen de obsolescencia que lastra mucho el uso del servicio.

Se espera que esta situación cambie a medio plazo, cuando se sustituya el material móvil por otro más nuevo. Hace unas semanas se licitó la compra y mantenimiento de 38 trenes híbridos eléctrico-diesel para toda España, de los cuales alrededor de una docena se destinarán al núcleo de cercanías de Alicante y Murcia, según confirman fuentes de Renfe. La adquisición de estos trenes supone de forma implícita la confirmación de que el servicio actual se mantendrá en un futuro, algo acerca de lo cual había dudas por la construcción del nuevo trazado de alta velocidad en la zona.

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