Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Alicante copa el 25% de los tratamientos de fertilidad a extranjeros en España

Cerca de 3.500 de los 12.900 ciclos de reproducción asistida que se realizan a pacientes internacionales en España se hacen en la provincia

La «milla de oro de la fertilidad» en la avenida de Dénia. Álex Domínguez

No es la que más tratamientos hace pero sí es fundamental en el llamado, con polémica, «turismo reproductivo». Alicante realiza alrededor del 25% de los 12.939 ciclos de reproducción asistida que se practican a pacientes extranjeros en España, según una estimación realizada por este diario cruzando datos del Ministerio de Sanidad e información aportada por las clínicas y hospitales alicantinos.

Así, los 20 centros alicantinos que practican fecundaciones in vitro e inseminaciones artificiales generan cada año 7.200 tratamientos, según información de 2017 del registro de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF) a la que ha accedido este diario. De ellos, unos 6.800 se realizan en las tres grandes clínicas de la provincia: Instituto Bernabeu, Instituto Valenciano de la Infertilidad (IVI) y Clínica Vistahermosa, quienes tienen una tasa de cliente extranjero del 50% de media, según datos facilitados por sus direcciones. Si se considera que en 2016 se realizaron 12.939 ciclos a pacientes extranjeros en todo el país, puede extrapolarse -una mujer suele someterse a varios ciclos- que alrededor de la mitad, unos 3.500, fueron demandados por extranjeros. Pese a elaborar la estadística oficial, los centros no tienen obligación de aportar información sobre toda su actividad a la SEF, responsable del registro. Por ello sólo tiene datos de 12 clínicas y hospitales de Alicante. El número de tratamientos es, en realidad, mayor.

La estimación coincide con la experiencia de los profesionales. Según Joaquín Rueda, director de la Cátedra de Biomedicina Reproductiva Clínica Vistahermosa, «España es potencia europea por su experiencia clínica e investigadora», un factor que sumado a su legislación y cultura tradicionalmente favorables a las donaciones y a la accesibilidad por comunicaciones y precio completa las razones de su hegemonía en este campo. España lidera desde hace varios años la medicina reproductiva europea y está entre los tres países del mundo que más ciclos realizan.

En 2014, último año con información armonizada por la European Society of Human Reproduction and Embryology (ESHRE), el país representaba el 14% de los 776.556 ciclos realizados en Europa y se situaba, con 109.275, a la cabeza del ranking, por encima de países como Francia (90.434), Rusia (94.985), Italia ( 68.896) o Alemania (81.177). En el último informe hecho público por la SEF, que cubre la actividad española de 2016, los tratamientos ascendían a cerca de 175.000.

La Comunidad es, tras Cataluña y Madrid, la autonomía más pujante con unos 26.000 tratamientos en 2016. El IVI, con más de 6.500 ciclos sólo en València, se ha convertido en el primer grupo mundial de reproducción tras su entrada en el mercado norteamericano. Y Alicante cuenta con posgrados pioneros en esta materia desde hace décadas y el efecto halo del Instituto Bernabeu, que capta más del 60% de los procesos que según la SEF se hacen en Alicante, unos 4.500 en números absolutos. IVI Alicante (800) y Clínica Vistahermosa (1.500), ubicadas también en la «milla de oro de la fertilidad» de la Avenida de Dénia alicantina, completan el podio. Ninguna de las restantes 17 clínicas y unidades de hospitales públicos de la provincia pasa de los 500 tratamientos y la mayoría no llega a 100. «Es un sector que tiende a concentrarse en grandes grupos», admite Rueda.

Combinación imbatible

A juzgar por los datos y opiniones de los especialistas, Alicante ha sabido jugar sus cartas en el sector de la fertilidad sin renunciar a beneficiarse de las facilidades que este tiene en todo el país. A los factores legislación abierta a la donación e investigación y desarrollo técnico temprano ha añadido la experiencia turística de captar visitantes extranjeros mediante buenas comunicaciones y estancias agradables y accesibles. Salomé López, directora de Internacional de la Unidad de Reproducción asistida de la Clínica Vistahermosa, considera que «a los factores legales, de especialización y precio hay que añadir el trato. Muchos clientes vienen de países donde el tratamiento es gratis pero el trato es bastante malo». Al contrario que otros directivos, cree que la expresión «turismo reproductivo» es «positiva». «Tienes una necesidad médica, no puedes cubrirla en tu país y aquí llegas con vuelo directo y tienes buen clima y oferta hotelera. Me parece maravilloso». El 60% de sus clientes son extranjeros.

Para Manuel Muñoz, director del IVI de Alicante, la razón de que la mayoría del 30% de solicitantes de tratamiento sean británicos es la misma por la que «Cataluña es donde van más franceses»; la proximidad. «El aeropuerto de Alicante es una de las puertas de entrada principales en España para ellos». En la provincia gestionan 800 ciclos de fecundación in vitro e inseminación artificial cada año.

En el IB, «el 52% de los pacientes son extranjeros, un 70% de ellos europeos y el resto de todas partes del mundo», según explica su director, Rafael Bernabeu. Alemania, Holanda, Noruega, Reino Unido, Italia y Francia son los principales mercados de este centro que realiza la mitad de los tratamientos de la provincia, unos 4.500 según su fundador.

Epidemia

El retraso de la maternidad que hace que las mujeres del sur de Europa tengan su primer hijo pasados los 30 se produce también en otros países europeos y se traduce en una reducción de la fertilidad de hombres y mujeres. Bernabeu, Muñoz y Rueda creen que la sociedad española no es consciente del problema que supone que «una de cada seis parejas vaya a necesitar ayuda para tener hijos», como apunta Muñoz. «La reproducción asistida era una solución para personas jóvenes con problemas, pero ahora ya es una necesidad social», apunta por su parte Salomé López. Es otro factor que empuja los números en España, donde la inmensa mayoría de los pacientes son nacionales. Pese a que otros países tienen precios más competitivos, las garantías de la medicina española valen los 5.000 o 6.000 euros que cuesta un tratamiento.

«En Alicante he logrado que mi sueño de ser madre se haga realidad»

Una pareja británica destaca la buena experiencia de acudir a una clínica para conseguir un embarazo

Su sueño se cumplió en Alicante. Y reconocen que han creado un vínculo muy especial con las personas de la clínica de medicina reproductiva Instituto Bernabeu que han hecho posible que su pequeño milagro sea una realidad. El camino ha tenido obstáculos, pero su historia ha acabado con el final feliz que ansiaban.

Viajaron desde Reino Unido por la recomendación de los amigos de unos amigos que estaban en tratamiento en ese momento en la clínica. Hicieron una primera visita a través de Skype con el médico y se decidieron a viajar a Alicante ya convencidos de que era el mejor sitio y donde lo iban a conseguir. Los precios además eran mucho mejores que los que ya habían pagado por los tratamientos en Reino Unido, con pruebas muy caras. En el Instituto Bernabeu el diagnóstico fue claro: ella tenía baja respuesta ovárica. Así, a partir de ese momento empezó el camino para ser madre que pasó por unos cuidadosos estudios y una medicación adecuada y regulada a su caso concreto. «Empezamos hace varios años a buscar el embarazo y no pensé nunca que acabaríamos en Alicante, donde logré que mi sueño se hiciera realidad», cuenta la mujer.

En su país lo habían intentado por la seguridad social primero y en una clínica privada después, lo que les obligó a pedir un préstamo. Ahora dice que «gracias a una buena recomendación», han conseguido ser padres y aseguran que no hay lugar mejor para conseguirlo por la profesionalidad y el trato recibidos. Desde Reino Unido, explican que tienen ganas de que el bebé sea un poco mayor para viajar a Alicante y presentárselo oficialmente al médico que les atendió durante todo el tratamiento. No obstante, la foto del pequeño ya ha llegado a la clínica desde prácticamente el día en el que el bebé nació. La pareja reconoce que hay un vínculo muy especial entre la enfermera que les atendió durante todo el tratamiento, y también con el ginecólogo que ha seguido su caso.

Destaca que en Alicante han recibido un trato cercano y amable y que desde el primer momento vieron que había mucha profesionalidad en lo que se hacía. De hecho, admiten que al principio les chocó un poco que el propio ginecólogo fuera tan cercano, porque su experiencia anterior había sido muy distinta. Confiesan que con los ojos cerrados volverían a repetir en la clínica y a confiar en los profesionales alicantinos que les han permitido cumplir su sueño.

Compartir el artículo

stats