Llega un mensaje al móvil que no podemos dejar de leer y se inicia un juego de malabares con el volante; además, el navegador indica algo que no entendemos muy bien, y requiere una ojeada, sólo serán dos segundos. Al mismo tiempo, el peatón que camina por la acera decide cruzar unos metros antes de las marcas que señalizan el paso de cebra. Éste es, según la Policía Local de Alicante y la Dirección General de Tráfico (DGT), uno de los escenarios de siniestralidad que más se repiten en las calles de la capital, junto con el consumo de alcohol y drogas.

En el año 2018 la policía registró 5.199 siniestros en las vías urbanas alicantinas y las carreteras pertenecientes al término municipal, según indica la Policía Local. Esto supone 1.464 accidentes más si los comparamos con los 3.735 ocurridos a lo largo del año 2017. En la tasa de accidentalidad hay otro dato que destaca: 884 de los sucesos registrados el año pasado fueron provocados por una persona que conducía bajo los efectos del alcohol o de sustancias estupefacientes. La Policía advierte también del aumento de atropellos causados por la distracción al volante, el uso del teléfono móvil y el incumplimiento de las señales de ordenación del tráfico, tanto por parte del conductor como de los peatones.

El mayor repunte de accidentes de tráfico del año durante 2018 se produjo en los meses de junio, julio y agosto. Entre los tres sumaron 1.069 siniestros más que en el mismo periodo de 2017. Las autoridades atribuyen este aumento a la masificación de las calles en plena temporada vacacional, en la que también se ve incrementado el volumen de tráfico.

Consumo de alcohol y drogas

Consumo de alcohol y drogasDesde la concejalía de Seguridad del Ayuntamiento de Alicante, dirigida por el popular Jose Ramón González, alertan del incremento del número de atropellos en vías urbanas. Atendiendo a los últimos datos recogidos por la DGT, los peatones suponen el segundo mayor número de víctimas y heridos leves, sólo por debajo de los conductores de turismos y seguidos por los motoristas.

De los citados 884 accidentes ocurridos en el año pasado en los que el conductor que dio positivo en consumo de alcohol o de drogas, en 473 casos la Policía Local cursó una denuncia administrativa por conducir bajo los efectos de estas sustancias, lo que significa la aplicación de una multa económica y la retirada de puntos del carné de conducir. En los 411 casos restantes se realizaron instrucciones judiciales, lo que supone que el conductor superaba en el momento del accidente los 0,60 miligramos de alcohol e incurría, por tanto, en un delito contra la seguridad vial. Esto puede conllevar penas de prisión y un año de retirada del carné de conducir. En ambas circunstancias el número de multas e instrucciones por alcohol superó al de las diligencias cursadas por el consumo de otro tipo de drogas.

Por otra parte, en este 2019, y con datos hasta el pasado mes de julio, ya son 480 los conductores que tendrán que pagar una multa, dejar parado su vehículo o responder ante un juez por circular de manera imprudente y poner en peligro la vida de otras personas. En cuanto al margen de edad, en la mayoría de los casos se trata de hombres y mujeres de entre 35 y 44 años, según apuntan fuentes policiales. Asimismo, teniendo en cuenta que aún queda el cierre de temporada de las vacaciones estivales, más la llegada de la campaña de tráfico de Navidad, los datos a final de año podrían igualar o incluso superar los de 2018. En esta línea cabe recordar que el pasado fin de semana la Policía Local activó un plan para reforzar los controles en las zonas de ocio.

Incremento del número de fallecidos en la Comunidad

Incremento del número de fallecidos en la ComunidadEl número de fallecidos en accidentes de tráfico en la Comunidad Valenciana se incrementó en 2018 hasta los 183, frente a los 176 del año anterior, según los datos publicados en julio por la DGT. Este aumento de la mortalidad se debió a la mayor siniestralidad acaecida en la provincia de Valencia, donde se dejaron la vida 15 personas más que en 2017. Por el contrario, en Alicante y Castellón hubo un leve descenso. En la provincia, la cifra de fallecidos fue de 60, cuatro menos que el año anterior.

Más de 5.000 escolares se forman en educación vial

La Policía Local apuesta por la concienciación para que los más pequeños aprendan a respetar las normas de circulación

Según la DGT, las distracciones al volante siguen siendo la primera causa de accidentes mortales en todo el país. La lupa está puesta en el uso de teléfonos móviles, no respetar la distancia de seguridad y el incumplimiento de las normas de circulación dentro de la vía urbana, factores que están disparando el número de accidentes de tráfico en Alicante. Es por eso que la Policía Local lleva a cabo campañas preventivas en los centros escolares con actividades en los Parques Infantiles de Tráfico de la ciudad, en los que el año pasado participaron 5.194 escolares de entre 5 y 9 años procedentes de un centenar de colegios.

Hábitos de observación, toma de decisiones, actividad psicomotora y anticipación al riesgo son algunos de los aspectos en los que se incide en estas sesiones. De esa forma, según explican fuentes de la Policía Local, los más pequeños aprenden a poner los cinco sentidos como peatones, pasajeros y conductores. En sus visitas a los parques de Tráfico, los escolares pasan toda la mañana y aprenden normas de circulación, direcciones, distancias y orientación. Al finalizar también hacen un recorrido en bicicleta por un circuito.

El objetivo principal, señalan las mismas fuentes, es que los escolares apliquen todos esos conocimientos a la vida diaria. Y, al parecer, está teniendo resultados positivos. Según la Policía, tras estas jornadas formativas son los propios niños quienes inquieren a los padres, señalando que «en rojo no se puede cruzar», que «está prohibido tocar el claxon sólo porque tengas prisa» o indicándoles cuándo han hecho algo mal y cuál sería la fórmula correcta. Asimismo, las actividades de simulación permiten a los más pequeños reconocer cualquier tipo de situación en la «vida real» y desarrollar actitudes positivas hacia el respeto a las normas de tráfico.

Desde la Policía Local recalcan que cualquier centro escolar puede adherirse a esta iniciativa, en la cual los menores ponen en práctica comportamientos adecuados que incorporarán en el futuro a su actitud como conductores.