Iván Martínez es experto en preparar esta bebida de anís, siempre muy fría, y otras como el «ricardito», con granizado de limón. Sin embargo, el gin tonic sigue siendo el rey del verano, que en su bar sirve en media copa para que no suba tanto.
P Para quienes no la conocen, ¿qué es la paloma?
R Es un producto alicantino 100%, de Monforte del Cid. Se coge una copa de 24 centímetros, se echa un cuarto de anís seco, y los otros tres cuartos de agua mineral muy fría, y un hielo seco y grande. Y ya está. Este anís tiene 48 grados así que no te puedes tomar tres seguidos. Bueno, te lo puedes tomar, pero es como todo...Si te tomas tres seguidos pierdes la vista.
P ¿Es fresco pese al anís seco?
R Superfresco. De ahí la importancia del agua fría. También tenemos otro cóctel que está casi en primera línea, como la paloma. Es un pastís francés, el Ricard, que se prepara con un cuarto de este licor, tres de agua y un hielo. Hay que mantener este orden. Si pones el hielo antes del agua lo cortas y no está igual de rico. Y está el «ricardito», con un cuarto de Ricard y tres cuartos de schweppes de limón, que es más seca. Está buenísimo, y se puede hacer con limón granizado.
P ¿Qué bebida es la reina del verano?
R A la gente le tira el gin tonic. Es un clásico, aunque innovamos en los últimos años con el pink, de fresa, que sobre todo le gusta al género femenino. Luego mojitos, caipiriña, pero el 80% son gin tonics.
P ¿Le gusta prepararlo?
R Lo que más. Tiene mucha elaboración y variedades, y permite muchas mezclas, con pimienta, eneldo, infinidad de cosas. Hace dos años ganamos el segundo premio de coctelería de Alicante con una ginebra con tónica de fresa a la que le puse mango y frutos silvestres presentada por el café La Senda, mi otro local de coctelería.
P ¿Ahora que está inventando?
R Tengo varias ideas, una con uva del Vinalopó. Queremos hacer ginebra con uva. Ahora mismo se está empezando a explotar.
P¿Refresca el cóctel con alcohol?
R Refresca pero sabiendo beberlo. He puesto de moda la media copa, que puede refrescar sin llegar a emborrachar, en comidas y cenas. Son copas pequeñas y personalizadas, y la gente está muy contenta con ellas. En la coctelería estoy introduciendo la sisha (cachimba) con sabores afrutados, y gusta mucho a los jóvenes.
