Rusos, argelinos, chinos, belgas y franceses abundan estos días por los centros comerciales y franquicias de Alicante, sumándose al turista nacional y a residentes en otras poblaciones de la provincia en la búsqueda de los mejores precios de las rebajas de verano. Esta elevada demanda provocada por el calor y los descuentos propios de la campaña comercial han disparado las ventas entre un 2,5% y el 5%, permitiendo a los negocios dar salida a las existencias en las tiendas, sobre todo al textil.
Ucranianos y suecos están también entre los principales clientes de grandes tiendas como El Corte Inglés, donde el ticket medio en estas rebajas ronda los 450 euros. Ayer en los establecimientos de moda de la avenida Maisonnave era visible la presencia de europeos del centro, norte y Este en animada jornada de compras.
«La tienda se nos llena por las tardes de público. Gente de los pueblos de la provincia y muchísimo turista, interesados por ropa de verano, moda de baño, equipamiento de ocio, camping...», explicaron desde la gran superficie.
En lo que respecta al pequeño comercio tradicional, el cliente extranjero se muestra también muy interesado, aunque reciben sobre todo franceses, italianos, ingleses, noruegos, rusos y cada vez en mayor medida estadounidenses. «Es muy diverso el perfil. Por este motivo estamos implantando en nuestros negocios el tax free para captar a visitantes no comunitarios. Es una herramienta que nos ayuda a vender más», explica Vicente Armengol, presidente de la asociación de comerciantes Corazón de Alicante. El ticket medio supera los 100 euros en la mayoría de estos establecimientos.
Las ventas han crecido este verano en las tiendas más pequeñas entre un 3% y un 5%. Y eso a pesar de que desde que se desregularizaron los periodos de rebajas, éstas se han ido desvirtuando, ante la oferta y descuentos continuados a lo largo del año.
Este verano, muchos comercios de Alicante abren más tarde y alargan el cierre aprovechando que el mayor volumen de visitantes que está recibiendo la ciudad este mes de agosto sale sobre todo por la tarde a pasear y comprar. Los comerciantes reclaman medidas que ayuden a soportar las altas temperaturas de la mañana a los clientes, lo que les permitiría hacer aún más caja, como sería implantar sistemas de microclima, más arbolado y toldos.
«Seguimos invitando a que nos visiten. Que no tengan miedo al calor, que nuestros comercios y negocios están perfectamente climatizados para seguir dándoles el mejor trato personalizado. Somos muchos para ofrecerles más, sobre todo la mayor oferta diferenciada», señala Armengol.
El comercio tiene puestas sus miras en el turismo de compras y para fomentarlo confían especialmente en los cruceros, de ahí que insten a las administraciones a apoyar la consolidación de Alicante como puerto base. «Hasta que no sea así, cada temporada habremos de sufrir idas y venidas en cuanto a las cifras», dijo Armengol en referencia a la pérdida este año de seis escalas en el Puerto y de 30.000 pasajeros en todo el año, que habrían dejado miles de euros de ingresos para ellos y para la ciudad en compras.
El sector reivindica su peso económico en la ciudad
El Colectivo de Comerciantes por Alicante reivindica una participación real del pequeño comercio en la elaboración de los presupuestos municipales y en la cantidad designada al área de comercio y hostelería. Así se lo han reclamado a la nueva concejala del área, Lidia López, en la primera reunión entre la nueva responsable del área y representantes de las asociaciones de Benalúa, Más que Centro, la Florida, Plaza de Argel, Campoamor, Corazón de Alicante, Mercados Municipales, Pau II y mercadillos ambulantes. El pequeño comercio ya protestó cuando se presentaron los presupuestos municipales de 2019, al considerar que los 650.000 euros consignados inicialmente era una cantidad exigua. Al final el PP lo aumentó a dos millones de euros. El comercio reclama a la nueva edil un censo de locales cerrados y medidas para que no se degrade el sector en Carolinas, Campoamor y Plaza de Argel, entre otras.
