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Evaristo López: «Los extranjeros hacen fotos, pero no compran nada»

Evaristo López lleva un cuarto de siglo rodeado de atunes, meros, gambas o emperadores

Evaristo, en su puesto en el Mercado. áxel álvarez

Pescatero en el Mercado Central, el puesto de Evaristo se encuentra en una esquina nada más bajar las escaleras, una posición envidiable desde la que no pierde detalle y ve pasar cada día la vida de cientos de personas.

P ¿Cómo está funcionando el verano, hay más gente en esta época del año por el tirón de los veraneantes o se han marchado los alicantinos de vacaciones?

R Viene la gente habitual, los de toda la vida, los que se van a la playa y los de la zona centro. Lo que sí estamos notando en estas tres últimas semanas es que está flojeando la clientela, en la ciudad se ve ambiente, pero al Mercado no entran.

P ¿Y los turistas? ¿vienen muchos extranjeros?

R Los extranjeros no compran, hacen muchas fotografías, a veces incluso se forman aglomeraciones porque quieren sacar muchas imagenes, pero no son molestos como ocurre en La Boquería de Barcelona, que los placeros se han quejado ante el aluvión de turistas que hacen fotos y provocan auténticos colapsos. Aquí todo el turismo que viene al Mercado Central es de visita.

P ¿Qué pescados son los que más se llevan en verano?

R La sardina es el producto estrella, es el más demandado, en los chiringuitos de playa tiene «tirón»; el atún y el emperador también se lleva porque se utiliza para la paella. El marisco menos, la gamba está cara.

P ¿El horario de trabajo es el mismo que el resto del año?

R Sí, lo que ocurre es que los que compran género en las lonjas de playa, en Santa Pola, La Vila Joiosa, Altea o Calp, cierran un poco antes porque tienen que estar allí a primera hora de la tarde para adquirir productos para el día siguiente. Pero aquí estamos hasta las 14.30 o las 15 horas.

P ¿Hay ganas de trabajar cuándo uno sabe que mucha gente está de vacaciones?

R Da más pereza, no te voy a engañar, y eso que con el aire acondicionado resulta más llevadero.

P Y el cliente, ¿viene más tarde, se hace el remolón para venir a comprar?

R ¡Qué va! La gente madruga porque así se evita las aglomeraciones y el calor asfixiante que hay a partir de las 12 horas. Nosotros a las 6 de la mañana ya estamos abiertos y los sábados vienen clientes a las siete de la mañana para llevarse el pescado.

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