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Una escombrera perenne

Toneladas de residuos se acumulan en el polígono industrial Llano del Espartal sin que el Ayuntamiento consiga resolver el problema

Sacos de obra, maderas y otros enseres se amontonan en una de las calles del polígono junto al Cementerio. RAFA ARJONES

Sofás rotos, sacos de obra, tablones de madera, colchones, vidrios rotos y hasta una pequeña barca. Las calles del polígono industrial Llano del Espartal, situado entre la carretera de Madrid y el cementerio, son un auténtico vertedero de basura, una situación enquistada en el tiempo y que el Ayuntamiento se muestra incapaz de resolver.

Cada pocos meses, operarios de la contrata de limpieza acuden a retirar toneladas de residuos que ciudadanos incívicos dejan en medio de la carretera. Se trata de una zona específica del polígono en la que no hay naves industriales, pero sí calles por las que circulan los camiones y furgonetas que trabajan en las empresas en su recorrido por la zona, y que se ha convertido en el basurero en el que depositar sin contemplaciones todo tipo de desechos.

Hace un año se retiraron 360 toneladas y, a los cuatro meses, los servicios de limpieza volvieron a la zona y se llevaron 82 toneladas.

La Concejalía de Seguridad dio entonces orden a la Policía Local de reforzar la vigilancia en el entorno del polígono. Al mismo tiempo, el gobierno municipal, en esas fechas en manos del PP, estudió la opción de colocar en las carreteras bloques de hormigón, del tipo que se usaron en la ciudad para evitar ataques terroristas, con el fin de impedir el tránsito de vehículos.

Otra de las fórmulas barajadas por los populares para intentar atajar este ejercicio continuado de llenar de escombros el entorno del polígono fue la de instalar cámaras de seguridad que grabasen a los ciudadanos.

Esta situación no solo es propia del polígono del Espartal,ya que se repite por varias zonas del término municipal de Alicante. De hecho, según los últimos datos de los que dispone este diario aportados por el Consistorio, en los dos primeros meses del año interpuso cuatro denuncias por verter escombros y las brigadas municipales retiraron 670 toneladas de residuos ilegales.

Las zonas donde actuaron las brigadas de limpieza fueron el barrio de la Mina en el Cementerio, las inmediaciones del Caserío de la Santa Faz, algunos caminos vecinales de Rabasa, en el polígono del Espartal y en la Ronda de Melilla, en el barrio de Juan XXIII.

Colaboración vecinal

Además, la Concejalía de Limpieza apeló en marzo a la colaboración ciudadana y reclamó a los vecinos que enviasen fotos de los vertidos para localizarlos y, si «cazaban» a alguien tirando residuos en una zona prohibida, que avisasen a la Policía Local.

Mientras, la mala imagen que dejan las montañas de escombros produce desazón entre los industriales de la zona y los conductores. Uno de ellos, que no quiso identificarse, explicó que «la primera vez que vine a descargar material a la empresa me quedé impresionado, me equivoqué de calle y de repente me encontré con una carretera por la que era imposible circular».

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