Los socialistas Pedro Boj y Pedro Ródenas seguirán como asesores del grupo municipal socialista, impuestos por el partido al portavoz en el Ayuntamiento, Francesc Sanguino. La ejecutiva local del PSOE acordó el jueves dar continuidad a los dos cargos de confianza, que ya estaban en el pasado mandato, algo que el sector crítico reprocha al exsenador Ángel Franco, que sigue controlando el partido. Franco avaló en su día el nombramiento de Sanguino como candidato a la Alcaldía que promovió el secretario general del PSPV-PSOE y presidente de la Generalitat, Ximo Puig.

La facción más crítica no está de acuerdo con que se haya elegido de nuevo, sin contar con Sanguino, a Ródenas, secretario de Organización, y a Boj, asesor jurídico el pasado mandato, que fue vetado para la confección de la lista por el que fuera alcaldable socialista, hoy líder de la oposición. Consideran que se trata de imposiciones del partido.

Sanguino se mostró respetuoso con la decisión de la ejecutiva. «Han venido realizando una tarea estos cuatro años y si la ejecutiva está de acuerdo es que consideran que han hecho óptimamente su labor. Si tienen la confianza del partido, también tienen la mía», aseguró. El portavoz del PSOE en el Ayuntamiento destacó que se han ratificado al 50%, lo que supone que entre los dos ocupan una plaza. «Nos queda otra. Estamos estudiando qué perfiles. Somos nueve concejales y solo dos puestos de asesor. Está todo en el aire. Hemos escogido lo que ya existía. Hace poco que tuvimos noticias del equipo de gobierno sobre cuántos nos corresponden». Boj y Ródenas se mantendrán en las labores que ya venían realizando.

La ejecutiva acordó delegar competencias en el grupo municipal para nombrar a los otros dos asesores que tendrá al PSOE en el Ayuntamiento, también al 50%. Los cuatro, por tanto, estarán a media jornada.

Fuentes socialistas a favor de la continuidad de Boj y Ródenas señalaron que el reglamento faculta a la ejecutiva para elegir a los asesores, y que Sanguino no forma parte de la misma. Asimismo, negaron desacuerdo en el seno de la ejecutiva, que decidió «casi por unanimidad» que los otros dos asesores los elija el grupo.

En la reunión también se acordó expulsar de la ejecutiva al militante Ricardo Picó por unas declaraciones contra Franco que publicó el pasado martes en una red social. Picó escribió que tras un periodo de reflexión había decidido, junto a un grupo de militantes, terminar su relación de cooperación con Ángel Franco. «Nos hemos cansado de tanta mentira y engaño de este señor, quien ha hecho de la utilización y del embuste su única forma de intentar mantener un secuestro inmisericorde con la agrupación de Alicante».

Reiteraba su apoyo al secretario general local Miguel Millana y a toda la ejecutiva. «Jamás permitiré que mi horizonte de vida como persona y como activista político dependa de con qué pie se levanta un militante en particular por muy respetable que sea». Y manifestaba su deseo de permanecer en el ente que ahora lo expulsa y le abre expediente por mayoría y sin votos en contra.