El Ministerio de Fomento está mejorando la señalización hacia València por la autovía A-7 por Alcoy, cuando hace ya casi ocho años que se completó esta vía de alta capacidad entre Alicante y la capital autonómica. La ciudad aparece en cada vez más paneles y rótulos informativos, al irse sustituyendo la cartelería que va deteriorándose por otra más nueva. Hasta ahora, Alcoy era la única referencia principal que encontraban quienes utilizaban esta vía en el tramo más cercano a Alicante, y solo en las proximidades de la citada localidad empezaba a señalarse ya hacia València.
La señalización pone de manifiesto que la ruta se ha consolidado en poco tiempo como alternativa a los itinerarios que ya había entre las dos principales ciudades de la Comunidad. El último cartel en instalarse, hace apenas una semana, indica que València se encuentra a 151 kilómetros y se encuentra a la altura de la partida rural de El Moralet, a unos diez kilómetros de Alicante. Reemplaza a otro que se ubicaba a pocos metros y en el que la ciudad del Turia no aparecía. El cambio está siendo paulatino, ya que antes se sustituyeron otro indicador de distancias en el Maigmó y un panel en Ibi. También se incluyó la referencia a València en algunos rótulos en el entorno de la Universidad de Alicante, donde la autovía se llama A-77, y en el ramal A-77a.
Sin embargo, este proceso para incluir a València en el tramo de la autovía A-7 entre Alicante y Alcoy se está efectuando con lentitud, pese a que se trata de la ruta más corta entre las dos ciudades y a que desde la finalización de la autovía en 2011 se ha incrementado de manera notable el tráfico por este itinerario. A la altura de Muro, en el límite provincial, el aumento ha sido del 29% en seis años, al pasar de 15.602 vehículos diarios a los 20.171 contabilizados en 2017. La autovía ya es más utilizada que la autopista AP-7 para los desplazamientos entre Alicante y València: la vía de peaje por la costa tiene en torno a un 25% menos de tráfico en el norte de la provincia que la A-7 por Alcoy.
Hay dos razones fundamentales para ello: esta última ruta es gratuita, tiene 20 kilómetros menos y se trata de una vía de reciente construcción, por lo que sus prestaciones son mejores. Otra cosa es el tráfico pesado: por aquí circulan relativamente pocos camiones, apenas un 10% del tráfico total. En parte se debe a que hay tramos con fuertes pendientes y eso ralentiza la velocidad de los vehículos y en parte porque para el tráfico de paso procedente del sur de España este camino es más largo que si desde Elche se accede a la A-31, para tomar pasado Villena el desvío hacia la Font de la Figuera y seguir desde allí camino de València por la A-35.
Rótulo confuso sin cambiar
La A-35 confluye con la A-7 en las proximidades de Xàtiva. En este enlace, en sentido a Alicante, se encuentra el rótulo más confuso de este itinerario. El panel indica hacia la capital alicantina por la A-35, con lo que envía a los conductores hacia la Font de la Figuera y Villena. Esta ruta tiene 20 kilómetros más, y se realiza además por una vía en condiciones mucho peores como la A-31. Y hasta hace pocas fechas era poco menos que una ratonera, con el peligroso tramo de la N-344 en la Font de la Figuera; la construcción de la autovía A-33 ha aliviado la situación.
Así, en dirección sur la referencia de Alcoy sigue siendo básica para no despistarse y evitar que el recorrido sea más largo y tortuoso. En el panel de la A-7 solo aparecen esa localidad, Ontinyent y Gandia. Eso sí, paradójicamente, en el tramo anterior de la autovía, entre Silla y Xàtiva, la distancia a Alicante que aparece en los rótulos es la que hay siguiendo la ruta por Alcoy, lo que evidencia que aún quedan carteles por cambiar.
