La izquierda del Ayuntamiento rechaza en bloque el plan del gobierno del PP, liderado por Luis Barcala, de recuperar la ordenanza para atajar el aumento de mendigos en las calles de la ciudad. Ni el PSOE, ni Podemos ni Compromís ven con buenos ojos que se recupere una normativa que impulsó Sonia Castedo en 2011, durante su etapa al frente del ejecutivo local, y que derogó el tripartito al llegar al gobierno, en 2016. En cambio, la iniciativa que promueve Barcala cuenta con el apoyo de los ultras de Vox, que comparten la idea de abordar el aumento de mendigos por Alicante. «Estamos de acuerdo con que se aborde el incremento de control de la mendicidad, que es una situación insostenible en nuestra ciudad», señaló ayer el portavoz de Vox, Mario Ortolá, quien además pide medidas de carácter social y una dura lucha contra las redes de mendicidad. «Si queremos acabar con esta mala imagen que está dando Alicante, debemos ir al origen, a las mafias que utilizan a personas para su lucro. Eso, acompañado de un trabajo duro para paliar la mala situación de las personas necesitadas, es el único camino a seguir».
Por su parte, el portavoz del PSOE, Francesc Sanguino, calificó ayer de «ineficaz» la ordenanza de mendicidad que estuvo en vigor en Alicante entre 2011 y 2016. «La ordenanza del PP fue un total fracaso, como casi toda su gestión, porque en teoría se basaba en criterios preventivos y asistenciales y demostró ser absolutamente ineficaz», manifestó Sanguino, que a su vez espera que el texto «no contenga disparates como que la Policía Local confisque las limosnas recaudadas por los mendigos».
En una línea similar se mostró el portavoz de Podemos, Xavier López, también contrario a recuperar la ordenanza de mendicidad para Alicante. «El Ayuntamiento no puede colaborar en hacer todavía más complicada la vida de quienes sufren la pobreza y la exclusión, enarbolando la falsa bandera de la lucha contra el crimen, cuando lo que verdaderamente hay detrás se llama aporofobia. Rechazamos la recuperación de ordenanzas que persiguen a colectivos vulnerables», señaló López. Desde Compromís, Natxo Bellido reclamó al gobierno del PP «trabajar en los programas que están estancados, situando como una prioridad el centro de baja exigencia». La ordenanza, para Bellido, «no es la medida más útil, la prioridad no puede ser volver a ordenanzas obsoletas».
Por su parte, la edil de Acción Social, Julia Llopis (PP), defiende la necesidad de una ordenanza «que acabe con el efecto llamada» entre los mendigos para «cuidar la imagen» de la ciudad, aunque asegura que el gobierno local también promoverá «medidas sociales»
