Los vecinos de la partida rural alicantina de La Alcoraya conviven desde hace ya doce días con el humo procedente de una planta de tratamiento de residuos agrícolas. Al parecer, la empresa se encuentra enrocada en un proceso de quema de restos de poda, que se prolonga en el tiempo y que ya provocó un grave incendio el pasado día 17, afectando a 15.000 metros cuadrados, en cuya extinción participaron una veintena de efectivos durante cerca de 48 horas.
Los bomberos de Alicante se desplazaron ayer por cuarta vez hasta la partida rural, donde apagaron un pequeño foco empleando cubas, en un dispositivo que concluyó perimentrando el área. Asimismo, los efectivos facilitaron a la empresa dos palas retroexcavadoras de propiedad municipial para acelerar el protocolo de procesado de residuos.
Desde el Ayuntamiento de Alicante, los bomberos aseguran que ya no supone un peligro para los vecinos y que en estos momentos colaboran con la planta de residuos agrícolas para finalizar con la quema de los restos de poda con la máxima celeridad posible.
Fuentes municipales indican que se trata de un proceso «complejo», ya que requiere de una supervisión continua, por si las brasas vuelven a generar pequeños focos, y los operarios de la empresa deben remover constantemente los restos para que el tratamiento sea efectivo.
La Policía Local, junto con los bomberos de la ciudad, van a instar a la empresa de gestión de residuos a retirar los restos de poda humeantes con la maquinaria pesada de la que disponen. De este modo evitarán que el viento propague el humo hasta las zonas habitadas.
Fuera de peligro
Fuera de peligroDel mismo modo, las autoridades municipales realizarán diversas inspecciones periódicas en las que solicitarán de nuevo a los responsables que tomen las medidas necesarias para no prolongar esta situación, que ya genera conflicto con los vecinos y que ha llevado a los bomberos hasta la pedanía alicantina en cuatro ocasiones para poder efectuar registros oculares y actuar en consecuencia.
Por su parte, los vecinos aseguran que el pasado día 20 de julio presentaron un escrito oficial en el Ayuntamiento en el que reflejan su descontento por las molestias causadas y señalan su temor por el humo que, según apuntan, rodea la zona en esta partida rural en la que hay censados alrededor de 300 habitantes, llegando a superar esta cifra en los meses de la temporada estival. También temen que haya nuevos incendios.
Todo eso después de que el pasado día 17 de julio cinco dotaciones de bomberos, con un total de 20 efectivos, desplegaron un dispositivo para extinguir lo que calificaron como un «virulento incendio» que se originó en esta misma planta de tratamiento de residuos agrarios.
Los bomberos de Alicante trabajaron durante dos días para controlar las llamas en una superficie de 15.000 metros cuadrados sobre la que actuaron con doce líneas de agua y más de 400 metros lineales de mangueras.
Parte de la estrategia que se llevó a cabo hace dos semanas forma parte de las tareas que aún hoy desarrollan los bomberos como intervenir por relevos para remover los restos con retroexcavadoras y crear un perímetro con tierra para asegurar el área.
