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Vicent Berenguer: «El debate sobre el valenciano no preocupa al alumnado»

Director del IES Cabo de la Huerta. Vicent Berenguer es docente en el centro alicantino que baña el agua de la playa de la Almadraba

Alumnos de antiguas promociones sorprenden con una despedida a Vicent Berenguer en el pasillo del IES Cabo de la Huerta. Pilar Cortés

Un gran estruendo sorprendió a Vicent Berenguer al salir de su despacho en uno de sus últimos días como docente y director del IES Cabo de la Huerta. La sirena del recreo sonaba y más de un centenar de estudiantes de todas las promociones que han pasado por el centro en los 30 años que ha impartido clases este alicantino, que ahora se jubila, aguardaban en el pasillo y en riguroso silencio para darle una sorpresa. Desde los 80, Berenguer ha desarrollado su etapa profesional casi al completo en este centro educativo, el que asegura que «lo ha sido todo» para él. El recreo arranca y los antiguos alumnos rompen en un enrome aplauso, le dedican unas palabras, le abrazan y le agradecen su dedicación.

P ¿Cómo se consigue que tantos alumnos de las antiguas promociones del instituto se organicen para darle una sorpresa de despedida?

R No lo sé. La verdad es que desde el día que lo hicieron he especulado mucho. Creo que lo que ha pasado es que he estado muy en contacto con el alumno tanto como profesor como luego director en 1999. Siempre con un trato muy cercano. Supongo que preguntarles «¿cómo estáis?» hace que se sientan más cerca tanto del docente como de la persona.

P ¿Qué ha cambiado en la educación desde que empezó como profesor?

R Empecé a trabajar en 1984, y en ese año estábamos en pleno traspase de Ley Orgánica de Estatutos (LOE) de centros escolares, una herencia de la Ley General de la Educación de 1970. Lo más positivo de aquel momento fue que desde enero del 83 ya existía la posibilidad de estudiar en valenciano.

P ¿Y después?

R La LOE acaba y con la Ley Orgánica General del Sistema Educativo (LOGSE) viene la verdadera novedad importante, la ilusión de todo un grupo de profesores y profesoras que, en secreto, se pusieron a trabajar en la reforma educativa. Todas las nuevas leyes posteriores emanan de la LOGSE.

P ¿Qué cambios destaca de su tiempo como docente?

R La importancia del alumno de cara al sistema educativo y la incorporación clara de la democracia en la educación.

P En la línea del tiempo de la que habla, ¿cómo ha evolucionado en el centro la asignatura de religión?

R Es un caso especial. Muchas veces hay una asociación y estima directa entre asignatura y profesor. Puede ser que el piloto haga que una asignatura que posiblemente no tenga un predicamento especial, sea una asignatura no despreciada por el alumnado. Yo lo tengo muy claro, es una asignatura que no debería ser obligatoria; tiene que estar en el seno de cada familia, que es la que debe decidir el camino de la creencia.

P Los años de Marzà también han agitado el valenciano. Además de director, es profesor de esta materia. ¿Cómo se ha vivido el debate en las aulas?

R En las aulas no se debate sobre esto. No es que no exista debate, de hecho yo mismo lo pongo sobre la mesa, es que a los alumnos no les preocupa. Ellos tienen una opinión, porque lógicamente es una asignatura más que tienen que aprobar. Pero la preocupación de muchos políticos y medios de comunicación no llega a las aulas.

P ¿Qué ha aportado al centro la entrada en el programa Erasmus?

R Visibilidad. El instituto se ha visibilizado fuera de las fronteras del barrio y el barrio se ha dado cuenta de que lo hemos hecho. Hemos conseguido que se supiera cuál era nuestro trabajo como centro coordinador del programa, todos los padres lo han sabido. Dentro de los Derechos Humano, hemos llevado a cabo una gran cantidad de actividades para hacer visible el centro fuera de la valla. Todo es consecuencia y motivado por el programa Erasmus, con una temática que se ha hecho transversal.

P¿La lacra del acoso en los centros educativos es un asunto nuevo o ha existido siempre y ahora se está visibilizando?

R El acoso ha existido siempre. Que no se hiciera tanto hincapié, que la comunidad educativa no le diera la importancia que tenía, no significa que no hubiera un peligro clave. Había niños y niñas que lo sufrían en silencio y que la única solución que encontraban era huir del centro escolar o tomar una decisión extrema. La sociedad le ha dado la importancia que requería y se ha centrado en buscar soluciones y sensibilizar. La persona que lo sufre debe sentirse protegida.

P El Cabo de la Huerta ha encabezado luchas por estudiar en barracones, por tener instalaciones que derrochaban agua o por no disponer de calefacción en invierno, entre otros. ¿Está cuidada la educación o es un pulso constante?

R Lo social es un gasto, no generamos beneficios. Damos algo muy etéreo, conceptos más que nada. La educación necesita muchísimo más cuidado y atención. Debe estar en un primer plano de importancia porque es el futuro. Cuando hablamos de futuro hablamos de aquello que plantamos para poder comer luego. Tenemos que cuidarla más.

P El jardín del centro se queda ahora con su nombre y con el de Benigno López, profesor y secretario del centro que también alcanza su jubilación. ¿Usted con qué se queda del centro?

R Ha sido mi vida. Ha estado presente en mi boda, en mi paternidad... En todas las facetas de mi vida. Y por lo tanto, habrá que cubrir bien ese hueco. Para mí, desde 1988 hasta este mes de julio, el Cabo de la Huerta lo ha sido todo.

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