Los nadadores del Bahía de Alicante se han reunido para conmemorar el 45 aniversario del Club de La Albufereta, que en los años setenta y noventa del pasado siglo era la entidad con más galardonados en las especialidades de salvamento y socorrismo.

Desde la institución deportiva, han querido recordar cómo en diciembre de 1973 José Antonio Chicoy y Luis Asensi pusieron en marcha el Club Bahía. Chicoy, en cuyo homenaje se denominan las piscinas municipales de Monte Tossal y Babel, y finalista de los Juegos Olímpicos de México en 1968, abría junto al “Tragamillas”, Luis Asensi, las puertas de la piscina que Carlos Pradel construyó para un hotel de la ciudad.

Casi 46 años después, treinta de los centenares de atletas que pasaron por aquel club durante sus 40 años de actividad, se han reunido junto a Chicoy y a Raúl Lara, entrenador de salvamento y socorrismo de aquella época, para conmemorar la historia de la entidad alicantina.

Además de Chicoy y Lara a la reunión han acudido nadadoras y nadadores desde Marbella, Londres o Washington, como Tomás Martínez, Dennis Berenschot, Pepe Navarro, Ana Tormo, Elu Sanguino, Jacobo Glastra, Juan Antonio y Míriam Carratalá. Entre todos ellos suman participaciones en Campeonatos de España o Internacionales en las modalidades de natación, salvamento y socorrismo; natación con aletas o waterpolo; además de seleccionadores de salvamento y hasta una insignia del Comité Olímpico Español.

Desde el club han destacado la figura del actual portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Alicante, Paco Sanguino, a quien recuerdan como bracista en esta disciplina deportiva. Según indican, Sanguino, se ha comprometido a recuperar y potenciar la actividad de nado deportiva en la ciudad y ha destacado “el papel educativo de un club profundamente igualitario y diverso en nacionalidades".

En esta misma línea, el portavoz socialista ha hecho hincapié en el "papel básico de madres y padres, que se esforzaron en mantener el Club en condiciones muy adversas, sin ayudas y en ocasiones sin la posibilidad siquiera de climatizar el recinto en invierno, y al que le debemos gran parte de nuestra trayectoria vital y de amor por un deporte tan apasionante como duro y de disciplina en cada una de sus especialidades”.