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La Policía Local expedienta a una clínica de diálisis por vertidos ilegales de material médico

La Policía detecta en un contenedor de basura restos de los tratamientos, como vías con sangre

Contenedores de basura situados en la avenida La Goleta, donde está ubicada la clínica. álex domínguez

El Departamento de Sanciones de la Concejalía de Limpieza del Ayuntamiento de Alicante ha abierto este mes de julio un expediente sancionador a una clínica situada en Playa de San Juan por vertidos ilegales de material médico. El centro, participado al 50% por Ribera Salud y Quilpro, da servicio a pacientes del sistema público, debido a un concierto con la Conselleria de Sanidad.

Agentes de la Policía Local detectaron el pasado mes de junio en contenedores de basura públicos situados en el entorno de la clínica restos de tratamientos médicos, como vías con sangre o jeringuillas, según confirmaron a este diario fuentes municipales. Vecinos de la zona, en una amplia avenida de San Juan (La Goleta) fueron testigos del hallazgo hace aproximadamente un mes.

Desde las concejalías de Limpieza y de Seguridad confirmaron ayer la apertura de un expediente sancionador tras encontrarse restos de material sanitario en un contenedor de residuos, el habitual de color gris, destinado a priori para materia orgánica. La sanción, cuando se completen todos los trámites del expediente administrativo abierto en el Ayuntamiento de Alicante, puede ascender hasta los 3.000 euros, según aseguraron a este diario fuentes de las áreas dirigidas por los concejales populares Manuel Villar y José Ramón González.

Vecinos de la residencial avenida de San Juan aseguran que desde que se detectó en junio el vertido ilegal de material médico en contenedores públicos, saltándose el recogido selectivo, se apartaron los contenedores de la zona. Los recipientes más cercanos se sitúan ahora a unos 200 metros, en un cruce de calle próximo. Frente a la clínica solo se sitúa un contenedor de reciclado de vidrio.

Este diario intentó ayer sin éxito contactar en repetidas ocasiones con el centro médico, que según la página web de uno de sus accionistas (Ribera Salud Grupo) abrió sus puertas a finales de mayo, hace menos de dos meses. Unas semanas después, según el Ayuntamiento, los Policías Locales detectaron el vertido, que acabó en la apertura de un expediente sancionador que todavía no se ha concluido en vía administrativa.

Nefrosol Salud inauguró su primer centro de diálisis en la avenida La Goleta de Playa de San Juan «para ofrecer una atención integral a los pacientes dializados en sus 1.200 metros cuadrados de instalación, dividida en cuatro salas, con cuarenta equipos y una amplia sala de espera». Nefrosol Salud es una UTE, participada al 50% por Ribera Salud y Quilpro Diálisis,adjudicataria del concurso de diálisis convocado por la Conselleria de Sanidad, en manos de la socialista Ana Barceló, con un contrato de tres años (con una posible prórroga de dos años más), para atender a los pacientes del departamento público de Sant Joan.

Menos de dos meses abierta

Según un comunicado público de Ribera Salud coincidiendo con la apertura de puertas de la clínica, el nuevo centro de diálisis comenzó a funcionar el pasado 30 de mayo «con una plantilla de veinte personas, entre médicos nefrólogos, personal de enfermería, técnicos y administración y ha agrupado en un solo punto a los pacientes procedentes de tres centros que ya reciben el tratamiento en las nuevas instalaciones».

Esta clínica es una de las que han centrado recientemente las críticas de pacientes de diálisis, derivados por la Conselleria de Sanidad ante la falta de máquinas suficientes en los hospitales públicos. En las últimas semanas se han elevado quejas por las deficiencias que perciben tras el cambio de la contrata. Los pacientes han apuntado en los últimos días la ausencia de una unidad de urgencias o la falta de enfermeros especialistas con trayectoria, así como las condiciones de refrigeración ambiental. También se quejan de la ausencia de un aparcamiento que les permita acceder al centro asistencial sin caminar varias calles dadas sus condiciones de salud. El presidente provincial de la federación de Asociaciones para Lucha Contra las Enfermedades del Riñón (Alcer), Roberto Oliver, ya advirtió de antemano ante las instancias sanitarias la previsible pérdida de calidad del servicio por unos pliegos de contrato que, a su juicio, merman las exigencias necesarias.

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