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Una única patrulla controla por las noches que se cumpla el contrato de la limpieza en toda la ciudad

Ningún funcionario municipal inspecciona durante los fines de semana y las jornadas festivas el cumplimiento de la contrata, que incluye la recogida de basura, junto al barrido y baldeo de calles - Las dos plazas de policía local adscritas a la unidad están vacantes desde hace un año

Un contedor en la zona del Cabo de las Huertas, en una imagen reciente. pilar cortés

Dos inspectores municipales, que se desplazan en un mismo coche, son los únicos encargados de controlar por la noche que se cumple el contrato de la limpieza y recogida de la basura en toda la ciudad de Alicante. La situación, según explican fuentes sindicales, empeora los fines de semana y los días festivos. Entonces, no existe ningún control sobre el servicio prestado por la empresa adjudicataria, ya que coincide con los días de descanso de los diez funcionarios adscritos al área (ocho trabajan por la mañana de lunes a viernes y los otros dos, por la noche). En esa área, por otro lado, llevan un año vacantes las dos plazas destinadas inicialmente para los policías locales encargados de las sanciones. Desde entonces, los funcionarios deben llamar a una patrulla que esté libre para poder tramitar las denuncias por infracciones relativas a la ordenanza.

Ésta es la situación de la inspección municipal, según fuentes del Ayuntamiento, pese a las reiteradas críticas en los últimos años por la suciedad en las calles de Alicante. Unas quejas que asumió este miércoles el alcalde, Luis Barcala (PP), cuando admitió que se había «bajado el ritmo» de la limpieza tras las Hogueras. «No nos lo podemos permitir, y menos en la época turística», prosiguió el regidor tras los reproches de la Asociación Provincial de Hoteles de Alicante, que recientemente reclamaba un esfuerzo del Ayuntamiento «ante la evidente falta de limpieza en las calles y otros espacios públicos». Barcala, tras esas críticas, admitió el fracaso de la limpieza durante el arranque de este verano («me he visto sorprendido con imágenes que parecían superadas, hemos detectado zonas en las que la limpieza ha flojeado»), y aseguró que desde el gobierno municipal, integrado por el PP y Ciudadanos, se iba a «reforzar la inspección» y a «exigir» a la UTE [integrada por FCC, Ferrovial y dos empresas de Enrique Ortiz] el cumplimiento del pliego relativo a un contrato que finaliza en dos años (2021), y que ya ha anunciado el alcalde popular no será prorrogado. Se volverá a sacar a concurso con nuevas condiciones.

Mientras tanto, dos funcionarios municipales se encargan cada noche (de lunes a viernes) de supervisar que se cumpla en toda la ciudad las condiciones de la contrata (baldeo y recogida de basura), mientras que por la mañana son ocho los funcionarios que examinan el servicio (baldeo y barrido de calles). Los inspectores nocturnos de limpieza se recuperaron a principios del año 2018, durante el gobierno socialista. El foco en los inspectores se puso unos meses antes, durante el tripartito, cuando el entonces concejal de Limpieza, Miguel Ángel Pavón (Guanyar), reclamó al PSOE, que controlaba el área de Recursos Humanos, más personal.

Durante los fines de semana, en cambio, nadie se encarga de la inspección del polémico servicio de la limpieza. Tampoco, apuntan las citadas fuentes sindicales, los días festivos, al coincidir con las jornadas de descanso de la plantilla. Desde la Concejalía de Limpieza, no entraron ayer a valorar la situación de la inspección municipal.

Reacciones

Las palabras de Barcala del miércoles encontraron ayer respuesta en la oposición municipal. El portavoz municipal del PSOE, Francesc Sanguino, criticó al alcalde por asumir ahora el problema con la suciedad en Alicante. «Durante un año entero, Barcala no se ha cansado de repetir que Alicante estaba más limpia y que con solo unos meses se había hecho más que el tripartito en tres años. Ahora, que ya no estamos en periodo electoral, reconoce el fracaso en la limpieza de Alicante tras el tirón de orejas que le ha dado la Asociación Provincial de Hoteleros de Alicante. Parece que sus campañas de marketing y de imagen eran solo eso, campañas», señaló ayer el concejal socialista. En la misma línea se mostró el portavoz de Compromís, Natxo Bellido, también crítico con el alcalde. «Parece que Barcala empieza a renunciar a la demagogia electoralista que le ha acompañado durante estos meses y asume la realidad. Por eso, ha pasado de la foto del ridículo en el sofá de la Explanada a reconocer que la ciudad está rematadamente sucia y que la UTE está tomando el pelo al Ayuntamiento de Alicante y los alicantinos porque no se la controla», prosiguió ayer Bellido, quien anunció que llevará el problema de la limpieza a la próxima sesión plenaria. «Barcala tiene ahora que explicar, como le pediremos en el Pleno, las medidas y planes de choque que tiene pensado el bipartito de derechas para afrontar en mejores condiciones los meses de verano», apuntó.

Cuestionados por este diario, la adjudicataria del servicio de limpieza en Alicante no entró ayer a responder al alcalde, que les culpó de no cumplir con la programación establecida para estos meses de verano en la ciudad turística.

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