«Queremos que la manifestación sea un ejemplo de civismo y de respeto. Esperamos que las críticas a los pactos de las derechas se limiten a la sentada prevista en la manifestación». Así, con un tono moderado frente al crítico de los últimos días, se pronunció ayer el presidente de Diversitat, Toño Abad, al término de la reunión que mantuvo con representantes de la Policía Nacional ante la multitudinaria manifestación de este sábado, que pondrá el punto final a la semana del Orgullo en Alicante.

La reunión, que no se celebró en los años anteriores, se convocó ayer tras el cruce de declaraciones de la última semana entre los organizadores del evento en Alicante y Ciudadanos, derivada a su vez de la polémica manifestación de Madrid que finalizó con una denuncia de la formación naranja ante Fiscalía por supuestos delitos de odio, amenazas e injurias.

El encuentro de ayer, en el que estuvo presente el comisario y el presidente de Diversitat, entre otras personas, sirvió para que ambas partes abordaran el dispositivo de seguridad del sábado.

Frente al tono comedido de ayer, los organizadores habían pedido en los últimos días a Cs que no acudiesen a la manifestación de este sábado, que culminará la semana del Orgullo en Alicante. La tensión entre ambas entidades se incrementó en el izado de la bandera arcoíris en la Subdelegación del pasado viernes, en el que Diversitat señaló que los pactos de Cs con el PP y los ultras de Vox son «mochilas que conllevan consecuencias», en presencia de la vicealcaldesa y portavoz de Cs, Mari Carmen Sánchez. Tres días después, este lunes, Diversitat no acudió por primera vez a la colocación de la bandera LGTBI en el balcón del Ayuntamiento, tras acusar al gobierno del PP y Cs de organizar el acto sin contar con ellos.