San Blas viajó ayer casi 1.500 años en el tiempo para rememorar la época preislámica con una fastuosa Entrada Mora. La Media Luna sumergió el barrio alicantino en un tiempo en el que los árabes rendían culto a las Tres Diosas de la Meca en un majestuoso y multitudinario acto. De esta forma las Fiestas de Moros y Cristianos completaron su segunda jornada grande, que tendrá hoy su colofón con las embajadas, que por primera vez en 76 años no podrán contar en los alardos con pólvora por un problema de calidad en los explosivos.

La capitanía musulmana, Nómadas, desplegó ayer un suntuoso boato que arrancó desde la época pagana, en el año 550, pasando por los ritos lunares y el culto a las Tres Diosas de La Meca, Allat, Uzza y Manaf, para cerrar el círculo con la arabización y la expansión de la cultura árabe y el Islam con la muerte del Profeta Mahoma en el 632. Un espectáculo que cautivó al público y donde los grandes protagonistas fueron el capitán Javier Mójica, su favorita Aurelia Marín y su abanderada Lucía Montilla. Además, hay que destacar que la capitanía lanzó una app y un portal web donde promocionó el boato y organizó un concurso sobre el mismo.

En cuanto a las embajadas de hoy, escenificarán la victoria mora a las 18.30 horas y la reconquista cristiana a las 20.30, aunque no podrán contar con el tradicional intercambio de arcabucería. La pólvora suministrada por la única empresa autorizada por el Ministerio para comercializarla tiene una granulometría excesiva y la Guardia Civil ha advertido que su uso podría ser peligroso, problema que también se ha registrado en otros festejos en la provincia.