Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Enfermeros del Hospital General culpan a Sanidad de reabrir camas para urgencias sin medios

Los profesionales aseguran que se actúa de forma improvisada y que se producen retrasos en el suministro de la medicación a los pacientes

Planta reabierta en el Hospital General tras haberla cerrado el primer día de este mes. pilar cortés

La treintena de camas que la Conselleria de Sanidad ordenó reabrir la semana pasada en el Hospital General, para atender a enfermos que permanecían en los pasillos de Urgencias por la falta de habitaciones en servicio, carecen de los medios con que cuentan habitualmente a consecuencia de haberse puesto en marcha sin una previsión de antemano.

Delegados del sindicato de Enfermería SATSE en el centro hospitalario denuncian que la falta de previsión y afán de la conselleria por cerrar servicios en vacaciones, ha llevado a que la reapertura de estas camas en la planta de Traumatología se haya realizado de una manera precipitada y sin los medios necesarios «para la calidad de atención que precisan y merecen los pacientes».

Según explica la responsable provincial del sindicato, María Dolores Díaz, han remitido una y otra vez estas protestas ante la dirección del Hospital, pero no han recibido respuesta, mientras los pacientes de la planta reabierta ven que llega la hora de la medicación y no la reciben, o que no se hacen en tiempo las indicaciones del médico. Lo único que perciben es que los profesionales «corren de un sitio a otro para cubrir la atención», sostiene.

La delegada añade que los trabajadores también están desbordados porque para cubrir los ingresos extra se ha echado mano de una decena de auxiliares y enfermeras destinadas a otras especialidades médicas «y se ven en un servicio que no manejan con soltura».

Díaz lamenta que no se contrate más personal pese a reabrir una planta extra y añade que en situaciones improvisadas como la que se ha creado en el Hospital General, con la reapertura de camas que previamente se habían cerrado como parte del plan de vacaciones acordado por Sanidad, «no es lo mismo si se tiene experiencia en la especialidad, porque cada médico pide las pruebas que necesita y para no equivocarse, los profesionales van a un ritmo mucho menor del habitual».

La avalancha de pacientes que atendieron en los servicios de Urgencias del Hospital General a lo largo de la semana pasada, con flujos continuos de más de 400 usuarios diarios y el doble de camas en los pasillos que en los propios boxes habilitados expresamente para este servicio, llevó a la Conselleria de Sanidad a reabrir una de las plantas con 30 de las 100 camas cerradas por mes en este centro hospitalario.

Los enfermos que ocupan estas camas en planta, tras abandonar el pasillo de Urgencias, son de muy diversas patologías, por la improvisión creada del cierre previo de instalaciones que funcionan el resto del año. Esta situación es la que complica la atención, como añade la delegada sindical. Pacientes de oncología comparten la planta con otros con afecciones digestivas y cada especialista pasa consulta en un momento distinto y para tratamientos también muy diveresos.

«La población que atendemos sigue siendo la misma, si no más por la cantidad de ciudadanos que nos visitan. El número de ingresos en Urgencias demuestra que no baja la presión asistencial, y por mucho que quieran cerrar servicios, la realidad acaba imponiéndose y obliga a reabrirlos», abunda María Dolores Díaz.

Renuncias

La situación laboral para quienes en verano deben hacer un esfuerzo extra para cubrir una asistencia que no baja de ritmo, según asegura la delagada de SATSE, ha llevado al menos a dos profesionales a renunciar al contrato laboral con que contaban este verano. «Cómo serán las condiciones de trabajo para que haya sucedido algo así», valora Díaz.

La delegada reclama para los profesionales y su trabajo un respeto «que no se ha tenido de antemano», al recortar servicios que después reabren y que se cubren profesionalmente sin aumentar la plantilla prevista inicialmente para el verano.

Barceló: «Es imposible cubrir las vacaciones al 100%»

La consellera de Sanidad, tras verse obligada a reabrir una planta de camas previamente cerrada para atender la presión asistencial apenas iniciado el plan de vacaciones de verano que reduce servicios y plantilla, advierte que cubrir al cien por cien la plantilla que coge vacaciones «es imposible, entre otras cosas porque faltan facultativos para cubrir algunas prestaciones asistenciales en los hospitales». Pese a ello quiere lanzar un mensaje de tranquilidad a los pacientes: «El porcentaje de cierre de camas es muy bajito, permanecen abiertas entre un 97% y un 98% dependiendo del mes. Se ha hecho un esfuerzo presupuestario pasando a 61 millones de euros para el plan de vacaciones de este año y hemos crecido un 20% desde 2015. Si existe la necesidad se abre una planta sin problemas, pero hay que concentrar los recursos humanos donde hay mayor parte de ingresos». Concluye que cada departamento remite a la conselleria sus necesidades asistenciales y que se programa «un histórico según la evolución del verano anterior».

Compartir el artículo

stats