«La reducción de las listas de espera es un objetivo claro de esta legislatura». Así se expresó ayer la consellera de Sanidad, Ana Barceló, ante las abultadas cifras publicadas por este diario con 12.000 pacientes de la provincia pendientes de una prueba diagnóstica o de la cita con el especialista, y otros 4.000 esperando entre tres meses y más de un año a que les operen.

Los escalofriantes datos facilitados por el sindicato sanitario de CC OO demuestran que el objetivo todavía está lejos de conseguirse, aunque la responsable autonómica recalcó que en el plazo de una semana, que es cuando tiene previsto disponer de los datos actualizados de las listas de espera en toda la Comunidad, -desde diciembre de 2018 no se han actualizado en la web de Sanidad- «convocaremos a la comisión creada dentro del acuerdo alcanzado con los sindicatos para el autoconcierto, para hacer una valoración».

Barceló concreta de antemano que «las medidas organizativas y políticas deben ser revisadas por todas las partes para ver cuáles son mejorables y seguir trabajando en esta línea porque el objetivo es importante».

El plan de choque anunciado por la consellera en los últimos compases del año pasado, con la previsión de empezar a reducir las listas de espera de forma significativa, se ha quedado inicialmente bloqueado por la falta de medios. Los delegados de CC OO en los centros sanitarios señalan que sin más facultativos y profesionales para la atención al paciente, no será posible que la tendencia creciente de las listas de espera den un vuelco definitivo para acortar los actuales tiempos de demora.

La consellera insistió a preguntas de este diario sobre el objetivo ineludible de su departamento por reducir estos tiempos y se da de margen otros cuatro años de legislatura sin precisar ni más medios ni más contrataciones.

Las afecciones que arrastran una mayor cantidad de personas esperando la atención de especialistas en la provincia son las sesiones de rehabilitación y las alergias, seguidas de anestesia, traumatología, neurocirugía y vascular.

Polémica

Sobre la polémica abierta con el colectivo de Médicos por la medida, también anunciada por Barceló, de autorizar a 6.000 enfermeros de la provincia -20.000 de la Comunidad- a prescribir y no solo dispensar, la consellera acabó rectificando públicamente tal y como le pide el Colegio Oficial de Alicante, aunque no lo reconociera abiertamente.

Admitió que la ley no contempla la prescripción enfermera, pero si las revistas científicas y que pretendía que le entendiera todo el mundo. No obstante precisó que los enfermeros acreditados prescribirán únicamente productos, como los farmacéuticos, en ningún caso medicamentos. Es decir, que las recetas siguen en manos de los médicos.

A pesar de reconducir su mensaje, la consellera mostró su malestar por la polémica abierta cuando en autonomías como la balear y la andaluza, que han tomado la misma medida, no se ha alzado ninguna voz. «Tenemos que tener una mirada amplia y colaborativa» concluyó en referencia al colectivo médico.

Más espacio para las reclamaciones de los pacientes

El Hospital de Sant Joan d’Alacant ha ampliado las instalaciones ubicadas en el vestíbulo, nada más entrar al centro, para atender los problemas y reclamaciones de los usuarios y pacientes, con una inversión de 50.000 euros. Las enfermeras jefe del servicio reconocen que se mejora la visibilidad y la gestión para garantizar los derechos de los pacientes. Se han ampliado los puestos de atención y Trabajo Social se ha desplazado a otro extremo.